HRW denuncia la impunidad en los asesinatos de periodistas en Filipinas

  • La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la impunidad que reina en los casos de asesinato de periodistas en Filipinas, considerado el tercer país más peligroso del mundo para reporteros sólo por detrás de Iraq y Somalia.

Manila, 30 abr.- La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la impunidad que reina en los casos de asesinato de periodistas en Filipinas, considerado el tercer país más peligroso del mundo para reporteros sólo por detrás de Iraq y Somalia.

"La Policía no ha investigado la mayoría de los casos de asesinato de periodistas y la mayoría de los sospechosos -muchos de ellos poderosos funcionarios del gobierno local- siguen en libertad", dijo el investigador de HRW en Asia, Carlos Conde.

Un total de doce periodistas filipinos fueron asesinados en 2013, año en que el Comité para la Protección de Periodistas nombró a Filipinas como el tercer país del mundo más peligroso para los profesionales del periodismo.

Conde apunta que aunque los periodistas filipinos no tienen que enfrentarse a la censura del Estado, los que informan sobre asuntos como la corrupción del Gobierno o el crimen organizado se arriesgan a ser objeto de represalias mortales por parte de políticos locales y sus "ejércitos privados".

"A pesar de la reputación que tiene el país de ser uno de los bastiones regionales en cuanto a libertad de prensa que no se tiene que enfrentar a censura oficial, el periodismo es una profesión cada vez más mortal", afirma el representante de HRW.

Una de las principales promesas electorales del presidente, Benigno Aquino, fue acabar con la impunidad de los asesinatos de periodistas y activistas, pero desde que accedió a la Presidencia en junio de 2010, se han producido arrestos únicamente en 6 de las más de 25 muertes violentas de reporteros.

"En sólo 2 de esos 6 casos, los detenidos, quienes llevaron a cabo el asesinato, fueron condenados, pero no los que los ordenaron y pagaron", agrega Conde.

En la reciente visita a Filipinas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Aquino se defendió de preguntas de periodistas que trataron el asunto en una rueda de prensa, y afirmó que "las investigaciones continúan" sin aportar detalle alguno.

"Hasta que el presidente Aquino se enfrente al fracaso flagrante de su Gobierno de procesar a los asesinos, los periodistas de Filipinas seguirán temiendo por su vida", sentencia Conde.

Las muertes, desapariciones e intimidaciones de activistas y miembros de la prensa son habituales en Filipinas, principalmente en las zonas controladas por grandes terratenientes y poderosos clanes, según la plataforma pro derechos humanos Karapatan.

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