Human Rights Watch denuncia uso excesivo de violencia estatal en Bangladesh

  • Al menos 150 personas han muerto en protestas en Bangladesh en los últimos seis meses a manos de los cuerpos de seguridad estatales, que han ejercido un "uso excesivo" de la fuerza, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW).

Nueva Delhi, 1 ago.- Al menos 150 personas han muerto en protestas en Bangladesh en los últimos seis meses a manos de los cuerpos de seguridad estatales, que han ejercido un "uso excesivo" de la fuerza, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW).

La ONG estadounidense divulgó hoy el informe "Sangre en las calles. El uso de violencia excesiva en las protestas de Bangladesh" en el que sostuvo que otras 2.000 personas resultaron heridas en las manifestaciones, en las que hubo un gran número de detenidos.

En febrero de este año estallaron las protestas lideradas por el partido islamista Jamaat-e-Islami (JI) en contra de los veredictos contra sus líderes por crímenes de guerra cometidos en la contienda que independizó a Bangladesh de Pakistán en 1971.

Desde entonces, las protestas violentas se han repetido en el país asiático de mayoría musulmana en los acontecimientos más sangrientos desde su independencia, cuando el JI defendió la unión con Pakistán.

Hasta el momento, seis islamistas han sido condenados por crímenes de guerra: cuatro de ellos a pena de muerte, uno a cadena perpetua y otro a 90 años de prisión.

HRW consideró que las autoridades no han realizado esfuerzos significativos para que las fuerzas de seguridad asuman la responsabilidad del alto número de fallecidos en las protestas contra los juicios.

El informe se hizo público el mismo día que un tribunal superior de Dacca anunciará el veredicto acerca de si el registro como partido político de JI es legal.

En caso de que la justicia encuentre ilegal el registro electoral del mayor partido político islamista de Bangladesh, este no podrá presentarse a los comicios generales del próximo año.

La gobernante Liga Awami de la primera ministra, Sheij Hasina, en el poder desde 2009, ha puesto especial énfasis en atribuir responsabilidades por este episodio de la historia, algo que ha sido una reclamación gran parte de la población.

La mayoría de los imputados -y los seis condenados hasta la fecha- por crímenes cometidos en la guerra de 1971 son cabecillas de Jamaat-e-Islami.

Según datos no oficiales, en la guerra que independizó a Bangladesh de Pakistán murieron tres millones de personas y cientos de miles de mujeres fueron violadas.

Pese a su carácter minoritario, el JI es una formación muy influyente -se ha aliado tradicionalmente con la principal fuerza opositora, el Partido Nacional- y capaz de movilizar con éxito a sus bases, que en lo que va de año han lanzado continuas protestas.

La violencia suele intensificarse en Bangladesh cuando se acercan importantes fechas electorales, como los comicios legislativos que se celebrarán a finales de este año o principios del que viene.

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