Idoia Mendia inicia una era en el PSE-EE con una renovación continuista

Mikel Folgueira

Bilbao, 21 sep.- Los socialistas vascos han iniciado este fin de semana una nueva era con Idoia Mendia como líder, con una Ejecutiva renovada pero sin un cambio generacional y con una línea política que no sufre, por ahora, cambios respecto a la de los últimos años.

De hecho, la propia Mendia lo dejó claro tras ser proclamada secretaria general al decir que el "relevo ha llegado", pero que seguirá "la senda" marcada por los dirigentes que ahora lo dejan tras "escribir los mejores años del socialismo vasco".

En realidad, el cambio en el PSE-EE viene establecido más por lo que se van que por los que llegan, ya que todos los nuevos integrantes de ejecutiva llevan una década en puestos de responsabilidad, aunque en puestos de la "segunda línea".

El congreso extraordinario celebrado este fin de semana en Bilbao ha supuesto la despedida en bloque del grupo que ha liderado el socialismo vasco durante las últimas dos décadas.

En este periodo el PSE-EE ha conseguido sus mayores logros -convertir a un socialista, Patxi López, en lehendakari y el techo electoral en las generales de 2008 (430.690 votos)- pero ha acabado con un claro declive electoral y con el poder institucional reducido al mínimo, con ocho alcaldías.

Así, dejan la dirección del PSE-EE Patxi López, Rodolfo Ares, Jesús Eguiguren, Txarli Prieto, Miguel Buen o Isabel Celaá y José Antonio Pastor seguirá como portavoz en el Parlamento vasco, pero sin un cargo interno destacado al dejar la secretaría general de Bizkaia.

A partir de ahora el liderazgo corresponderá a Idoia Mendia, con el apoyo en la secretaría de Organización del guipuzcoano Miguel Ángel Morales, que se ha encargado con éxito de la misma responsabilidad en Gipuzkoa durante la última década, y con la bilbaína Begoña Gil, la esposa de Patxi López.

Junto a ellos tendrán un papel destacado los tres secretarios provinciales elegidos en las primarias, Mikel Torres (Bizkaia), Cristina González (Álava) e Iñaki Arriola (Gipuzkoa), así como José Antonio Pastor en su labor de portavoz en el Parlamento vasco.

El cambio en la cúpula del PSE-EE ha contado con el respaldo de la nueva ejecutiva federal del PSOE, escenificado con la participación en el congreso de Bilbao del secretario general, Pedro Sánchez, y de la presidenta, Micaela Navarro, que ha estado los dos días del cónclave, además de otros dirigentes como Antonio Hernando, Óscar López, César Luena y Antonio Prada.

También han respaldado a la nueva ejecutiva con su presencia históricos del PSE-EE, tanto socialistas (Txiki Benegas o Ramón Jáuregui) como de las otras formaciones que confluyeron en el actual PSE-EE (Jon Larrinaga, Roberto Lertxundi o Ignacio Latierro). El diputado bilbaíno Eduardo Madina asistió a todas las sesiones menos a la apertura, cuando intervino Pedro Sánchez.

En lo político, el congreso no ha supuesto un cambio en la línea del PSE-EE de dar prioridad a las cuestiones económicas y sociales agravadas por la crisis económica y tratar de evitar que la "agenda" de los nacionalistas, con cuestiones como la "consulta" o la política penitenciaria, se imponga en el debate político vasco.

El hecho de que no se haya debatido una ponencia política y que el próximo jueves sea el pleno de Política General en el Parlamento vasco tampoco ha contribuido a los grandes anuncios políticos.

De esta forma, Idoia Mendia se ha limitado en sus discursos a decir que revisará "todos" los acuerdos con el PNV, que han otorgado estabilidad al Gobierno Vasco de Iñigo Urkullu, y que no le "temblará la mano" al hacerlo.

"Sólo diremos hoy, de forma clara y rotunda, que nosotros vamos a revisar todo. Y todo es todo, y lo que creamos que no sirve a los ciudadanos quedará a un lado", ha apuntado.

Al margen de los "nombres" de la Ejecutiva y de la continuidad de la línea política, el congreso extraordinario ha servido de despedida de los socialistas vascos a López, Ares y Eguiguren, éste ausente por enfermedad, de los que todos los oradores han destacado su contribución para que el PSE-EE desbancara al PNV del Gobierno Vasco y en la consecución de la paz, aunque el final del terrorismo sea un logro que trascienda a un solo partido.