Galicia sigue luchando contra el fuego. Pese a que ayer consiguieron estabilizarse gran parte de los focos que han castigado la comunidad en los últimos días, otros dos incendios en la provincia de Ourense mantienen en vilo a Galicia.
Ha sido una noche larga para los habitantes de Cualedro donde se originó anoche otro incendio que continúa activo y que ya ha arrasado más de 274 hectáreas..@briftabuyo actúando en #IFSanMillaoCualedro #Ourense #Galicia #BRIF 23:05h pic.twitter.com/4y7lQfEyNK— BRIF TABUYO (@briftabuyo) 13 de agosto de 2016
Hasta la zona se han desplazado dos técnicos, siete agentes, 26 brigadistas, doce motobombas, rees palas, siete helicópteros y tres aviones, según publica Faro de Vigo, citando a Medio Rural. A este foco se suma el de Vilardevós, también en la provincia de Ourense donde las llamas siguen quemando el monte gallego.Por la mañana ya #Brif Laza actuando en incendio. Zona Soutochao, Vilardevós. pic.twitter.com/ha1K3X4zL0— Diario de un Bombero (@BrifLaza) 14 de agosto de 2016
Han ardido más de 6.500 hectáreas desde el lunes
Desde la Xunta señalan que están controlados los fuegos de Baralla (60 hectáreas), Porto do Son (1.000 hectáreas), Arbo (1.538 hectáreas, el más voraz), Crecente (300 hectáreas), Santiago (800 hectáreas) y Cotobade (54 hectáreas). Asimismo, varios efectivos continúan con las labores de extinción en Cotobade donde se han registrado tres fuegos.
Además, los incendios de Toro (16,5 hectáreas) Cerdero (20 hectáreas) Catoira ( unas cien hectáreas), Arcade (300) y Soutomaior (300) están extinguidos, según Medio Rural.
Desde el pasado lunes el fuego ha quemado alrededor de 7.000 hectáreas en las cuatro provincias gallegas, siendo A Coruña y, sobre todo, Pontevedra las provincias más castigadas por las llamas. En este sentido, el fuego en la localidad pontevedresa de Arbo es, hasta el momento, el peor del año en la comunidad.En una semana ha ardido el triple de terreno que en todo 2014
Según los datos de La Voz de Galicia, en lo que va de año han ardido unas 8.800 hectáreas de terreno, el 75 por ciento que en toda la campaña del 2015, que se cerró por debajo de las 12.000 hectáreas quemadas. Si se tienen en cuenta los datos del 2014, en el que no se alcanzaron las 2.000 hectáreas quemadas, desde el lunes las llamas han devorado el triple de terreno que en 2014.
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