Incertidumbre sobre resultado y baja participación marcan las presidenciales

  • La incertidumbre sobre la identidad del sucesor de Mary McAleese y la baja participación marcaron unos comicios presidenciales en Irlanda que generaron más interés durante la campaña que durante la jornada electoral de hoy.

Javier Aja

Dublín, 27 oct.- La incertidumbre sobre la identidad del sucesor de Mary McAleese y la baja participación marcaron unos comicios presidenciales en Irlanda que generaron más interés durante la campaña que durante la jornada electoral de hoy.

Al cierre a las 21.00 horas GMT de los centros electorales, la Radiotelevisión irlandesa (RTE), que no divulgó sondeos a pie de urna, informó de que la afluencia a las urnas rondaba en muchas de las 43 circunscripciones irlandesas el 50 por ciento.

La participación podría superar el 47 por ciento registrado en las últimas presidenciales, celebradas en 1997, pero quedará muy por debajo del 70 por ciento alcanzado en los comicios legislativos del pasado febrero, la más alta desde 1987.

Los centros de votación han permanecido abiertos durante 15 horas, desde las 06.00 GMT, y, aunque el recuento comenzará mañana viernes a las 08.00 GMT, no se espera que haya un resultado definitivo hasta el sábado.

Poco más de tres millones de irlandeses estaban hoy llamados a las urnas para elegir entre siete candidatos al presidente de la República para los próximos siete años, un puesto principalmente representativo.

El hecho de que casi la mitad del electorado se haya quedado en casa da cuenta de la poca confianza que tiene en unos candidatos que, no obstante, iban a partir siempre con desventaja si se les comparaba con McAleese y su antecesora Mary Robinson, las presidentas más populares de la historia de Irlanda.

Sin embargo, la campaña ha sigo seguida con avidez, ya que el implacable escrutinio de los medios de comunicación en las vidas de los aspirantes ha dado como resultado casi un escándalo al día.

Como algunos observadores pronosticaron al principio tras echar un vistazo a la lista de candidatos, en estas elecciones parece que habrá un ganador por defecto.

Aunque el gran favorito en las encuestas era el independiente Séan Gallagher, de 49 años, el laborista Michael D. Higgins, el más veterano con 70 años, se convirtió en el principal aspirante para las casas de apuestas.

En los últimos días Gallagher, empresario de éxito y conocido por su participación en un "reality", no ha sabido responder con claridad a ataques de sus rivales, que lo acusan de tráfico de influencias.

También ha sido acusado de recibir un préstamo sin intereses de una de sus empresas de 82.000 euros, valor que supera al de la compañía y, en consecuencia, es ilegal en Irlanda, así como de canalizar donaciones para el partido Fianna Fáil, formación ahora en la oposición y a la que estuvo vinculado en el pasado.

Su caída podría incluso beneficiar al tercer favorito en los sondeos, Martin McGuinness, el candidato del Sinn Fein, exministro principal norirlandés y antiguo dirigente del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Aunque sus posibilidades de superar a Higgins son escasas, una segunda posición, obtenida con un buen porcentaje de votos, sería bienvenida por la formación nacionalista como refuerzo de sus aspiraciones expansionistas en el sur de la isla.

También podría recuperar terreno, aunque quizá no suficiente para ganar, el senador independiente David Norris, considerado al principio de esta campaña como el favorito para convertirse en el primer presidente irlandés abiertamente gay.

El senador logró "in extremis" los apoyos necesarios para relanzar su candidatura, después de que el pasado agosto se viera obligado a retirarla a raíz de un escándalo sexual y de tráfico de influencias que implicaba también a su exnovio.

La terna colista, a priori sin opciones, está encabezada por el anodino Gay Mitchell, la activista Mary Davis y la exeurodiputada y ganadora de Eurovisión Dana Rosemary Scallon, reconocida euroescéptica.

También se celebraron hoy dos consultas populares sobre propuestas para reformar la Constitución y una elección parcial en la circunscripción de Dublín-Oeste para cubrir el escaño dejado el pasado junio por el fallecido exministro de Finanzas Brian Lenihan.

El recuento de los votos de esos tres comicios comenzará en cuanto concluya el de las presidenciales.

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