India mira a China en su carrera armamentística pero acaba viendo a Pakistán

  • Con el afán de convertirse en una superpotencia regional, la India está enfrascada en una carrera por mejorar su arsenal militar y aunque sus aspiraciones globales hacen que mire a China no se libra de su histórica rivalidad con Pakistán.

Igor G.Barbero

Nueva Delhi, 26 sep.- Con el afán de convertirse en una superpotencia regional, la India está enfrascada en una carrera por mejorar su arsenal militar y aunque sus aspiraciones globales hacen que mire a China no se libra de su histórica rivalidad con Pakistán.

En lo que va de año, el Ejército indio ha ensayado al menos siete misiles con capacidad nuclear, la mayoría de ellos con un radio de acción superior a 2.000 kilómetros e incluso uno con un alcance de 5.000, suficiente para golpear cualquier punto de China.

Pakistán ha tenido una agenda casi igual de apretada con la diferencia de que sus pruebas han sido generalmente de proyectiles de corta distancia (700 kilómetros o menos), claramente orientados hacia un eventual objetivo en la vecina India.

Este frenesí de ensayos, sin ser una gran novedad, sirve de recordatorio de las delicadas coordenadas de una región con tres potencias nucleares cuyos ejércitos figuran entre los más numerosos del planeta y tienen unos de los arsenales que crecen más rápido.

A estas pruebas -aparte de la compra de aviones, destructores o el desarrollo de nuevas armas disuasorias-, se unen los juegos militares que desde hoy conducen las Fuerzas Armadas indias en la ciudad de Pune y que coinciden con otros paquistaníes.

La India y Pakistán han librado de hecho tres guerras y otros conflictos menores desde su independencia del Imperio Británico, en 1947, y actualmente, pese al proceso de paz en marcha, no consiguen cerrar sus grandes disputas, la más importante por Cachemira.

A la ecuación se suma China, un aliado estratégico de Pakistán que choca con la India en planes expansionistas y en contenciosos fronterizos insalvables -motivo de una guerra en los sesenta- pese a la creciente cooperación comercial entre los dos gigantes.

Según Humayún Khan, de la Universidad Nacional de Defensa de Islamabad, los continuos ensayos de misiles son "algo planificado" y no una "reacción" pero la realidad es que no hay países en la región con "potencialidad de confrontación mayor" que la India y Pakistán.

"Pakistán prueba misiles de corto alcance, con la percepción de que la India es una amenaza. Ellos tienen otra perspectiva con sus pruebas, quieren demostrar al mundo que son una superpotencia emergente", dijo a Efe el analista.

Khan agregó que "a pesar de sus aspiraciones globales" las declaraciones que provienen de la cúpula militar india descubren unas "intenciones poco claras", por lo que "hay que estar preparado".

Desde Nueva Delhi, cuya preocupación principal se centra en el apoyo paquistaní a grupos insurgentes que operan en la India, se cree que el presente contexto nuclear disminuye la potencialidad de una guerra convencional.

"No veo convergencia entre las expectaciones de la India de desempeñar un papel mayor en la escena global y la presunta carrera armamentística con Pakistán", zanjó a Efe Smruti Pattanaik, del Instituto de Estudios y Análisis de Defensa.

La experta mantuvo que "Pakistán se ha debilitado en los últimos años. No es el de la década de 1990", cuando ambos países devinieron potencias nucleares y mantuvieron un conflicto de baja intensidad en Kargil (Cachemira india) que hizo sonar las alarmas.

"Tiene muchos problemas bilaterales e internos, como Afganistán y la lucha contra el terrorismo, y en los últimos años las partes han intentado mejorar sus relaciones. Me gustaría pensar que tienen prioridades diferentes a la confrontación", argumentó.

Pattanaik admitió, no obstante, que la frontera india con Pakistán recibe más atención que la china pues "hay muchos sentimientos involucrados".

"La amenaza china es vista como algo más elitista, el pueblo no la siente y queda reducida a algo de analistas de defensa, pero dada la manera en que (Pekín) está creciendo no se sabe si buscará una solución militar a sus problemas fronterizos", subrayó.

En este contexto de rivalidades, los analistas coinciden en señalar que si las diferencias en términos militares entre Pakistán y la India son grandes, el trecho que separa a Nueva Delhi de Pekín es igual o mayor, al hilo con su peso real en el mapa mundial.

Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, China realizó en 2010 un gasto en defensa de 142.800 millones de dólares (el 2,1 % de su PIB), la India de 48.800 millones (el 2,7 %) y Pakistán de 6.282 millones (el 2,8 %).

Estas diferencias en el dispendio militar no evitan que un acontecimiento pueda hacer que la temperatura de la región suba rápidamente en cualquier momento, como sucedió en 2008 con los atentados de un comando de terroristas paquistaníes en Bombay.

Un total de 166 personas murieron por los ataques, que dispararon la tensión entre Nueva Delhi e Islamabad.

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