Inspectoras avisaron de que enfermería geriátrico de Olot debía estar cerrada

  • Las inspectoras de la Generalitat que inspeccionaron el geriátrico La Caritat de Olot, antes y después de conocerse los crímenes, han dicho hoy que la normativa establece que la enfermería en la que se guardan los medicamentos debía estar cerrada para impedir la entrada de ancianos y visitantes, .

Girona, 30 may.- Las inspectoras de la Generalitat que inspeccionaron el geriátrico La Caritat de Olot, antes y después de conocerse los crímenes, han dicho hoy que la normativa establece que la enfermería en la que se guardan los medicamentos debía estar cerrada para impedir la entrada de ancianos y visitantes, .

Dos inspectoras del departamento de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat han declarado hoy en la cuarta audiencia del juicio que se celebra en la Audiencia de Girona contra el celador de ese geriátrico Joan V., quien presuntamente asesinó a once ancianos entre agosto de 2009 y octubre de 2010.

La inspectora que realizó la inspección en marzo del 2010, siete meses antes de descubrirse los crímenes, ha explicado que levantó un acta porque "la habitación donde se guarda la medicación (la enfermería) tenía que estar cerrada" y que había hecho una "recomendación de cumplimiento inmediato" para que así se hiciera.

Ha subrayado que "no puede estar abierta porque puede acceder cualquier residente o persona externa", aunque ha precisado que esta prohibición de acceso no incluiría al acusado, ya que era un empleado del geriátrico.

La inspectora, que ha dicho que en La Caritat "tenían la puerta cerrada, pero la llave cerca", ha reconocido que la normativa también atribuye a cada centro la potestad de decidir quién tiene acceso a esta habitación o quién guarda la llave.

Ha explicado que su función era comprobar "que la preparación de la medicación se correspondiera con la pauta médica y que quedara bien claro quién la preparaba (las enfermeras), y quién la suministraba: los auxiliares o gerocultores.

La inspectora que realizó otra inspección en octubre, cuando ya se había destapado la primera muerte, ha dicho que levantó dos actas, una porque detectó que los productos de limpieza no estaban cerrados con llave y otra porque no registraban qué auxiliar suministraba los medicamentos.

No obstante, también ha reconocido a preguntas de los letrados que no hay ninguna normativa que diga que los productos de limpieza tienen que estar bajo llave, ya que sólo dice que "se debe velar por la seguridad de los usuarios".

En cuanto al suministro de la medicación, ha explicado que sí estaba registrado qué enfermera preparaba la medicación, pero no qué gerocultor la suministraba.

A preguntas de los letrados, ha reconocido también que "los gerocutores pueden acceder a la medicación siempre que haya una prescripción médica".

Sobre las declaraciones de días anteriores de las trabajadoras de la Caritat, que afirmaron que sólo controlaban las reservas de medicamentos para verificar si había que reponer alguno o si estaban caducados y no para controlar el consumo de los mismos, las inspectoras han recalcado que no era función suya examinar qué medicamentos había ni en qué cantidad.

El juicio proseguirá mañana con la declaración de agentes de los Mossos d'Esquadra que participaron en la investigación del caso.

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