Irán reitera que en su estrategia defensiva no hay lugar para bombas atómicas

Teherán, 5 dic.- Un destacado diputado y el jefe de la Defensa Aérea iraní coincidieron hoy en reiterar que en la estrategia defensiva de Irán no hay lugar para bombas atómicas, en sendas declaraciones difundidas por la agencia local Fars.

El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de Irán, Alaedin Boruyerdi, dijo que "la bomba atómica no tiene lugar en la estrategia defensiva de Irán", ya que su utilidad es agresiva, lo que queda fuera de la "estrategia política" del país.

Boruyerdi recordó que las autoridades iraníes se han opuesto a la producción, posesión y uso de armas nucleares y que el líder supremo del país, ayatolá Ali Jamenei, dictó una "fatua" o decreto islámico que las prohíbe.

Por su parte, el jefe de la base Jatam al Anbiya, la central de la Defensa Aérea de Irán, general Farzad Esmaili, reiteró que la estrategia militar se basa en la "doctrina defensiva".

"La política de Irán ha sido siempre defensiva, no ofensiva, por lo que no supone ningún peligro para otros países", aseveró el mando militar.

Agregó, asimismo, que las Fuerzas Armadas de Irán "han incrementado su capacidad para responder a cualquier agresión enemiga", en coincidencia con lo afirmado previamente con otros mandos militares y responsables políticos.

Desde su creación en 1979, la República Islámica de Irán ha vivido en tensión con algunos de sus vecinos y también con las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados destacadas en la zona del golfo Pérsico.

Desde 1979, Irán está sometido a un embargo de armas por la ONU, que ha llevado al país a desarrollar su propia industria armamentista y de equipamiento militar.

Tanto el Estado de Israel, al que Teherán no reconoce y cuya desaparición propugna, como EEUU, los enemigos declarados de Irán, han amenazado con atacar el país si no frena su programa nuclear, a lo que los iraníes han contestado que darán una respuesta aplastante.

Algunos países, con EEUU a la cabeza, sospechan que el programa nuclear iraní puede tener una vertiente armamentista, mientras Teherán lo niega y afirma que es exclusivamente civil y pacífico.