Italia a punto de aprobar histórica reforma del Senado

  • El jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, está a punto de lograr la aprobación en el parlamento de una reforma del Senado, que tiene como objetivo garantizar la estabilidad de los gobiernos, algo inédito en 70 años de historia de la República italiana.

La reforma en cuestión prevé el fin del bicameralismo perfecto que reina en Italia, el cual fue introducido en 1947 para frenar un eventual regreso del fascismo.

Pero esa medida terminó por paralizar el sistema político, fomentó la inestabilidad crónica, por lo que 63 gobiernos cayeron antes de terminar la legislatura, un promedio de más de uno por año.

La reforma impulsada por Renzi, líder del centro-izquierda, reduce significativamente las prerrogativas del Senado, que contará sólo con 100 Senadores contra 315 actualmente.

El Senado no participará en el voto de confianza y se ocupará sólo de un número limitado de leyes.

El primer ministro italiano, de 40 años, quien llegó al poder en febrero 2014 con la promesa de "deshacerse" de la vieja guardia de la política, no se detiene allí.

"Ni un centímetro para atrás. Vamos a introducir todas las reformas que necesita el país", reiteró el sábado ante los industriales.

El proyecto de reducir los poderes del Senado es clave para su ambiciosa agenda de reforma constitucional con la que aspira modernizar el país.

Tras el resultado en el Senado, Renzi espera presentarse reforzado ante la Comisión Europea, con la que deberá discutir la ley de presupuestos de Italia.

Renzi pedirá la flexibilidad presupuestaria, considerada esencial para reactivar el crecimiento económico, aún tímido.

"Se trata de una gran victoria de Renzi. Demuestra así a Italia y a Europa que es capaz de reformar un país irreformable", sostiene el politólogo Roberto D'Alimonte, profesor de la Universidad Luiss de Roma, interrogado por la AFP.

"Es una reforma que realmente necesita el país, el sistema político italiano se había vuelto totalmente inmanejable. El país estaba paralizado y lo estuvo por mucho tiempo", añadió por su parte el profesor Franco Pavoncello, de la universidad estadounidense John Cabot de Roma.

"Un reforma peligrosa que deja a un sólo hombre al mando del poder", denunció por su parte el exjefe de gobierno y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi.

Renzi reformó también la ley electoral para la elección de diputados, que permite al líder de los partidos escoger los principales candidatos de las listas para los 100 distritos electorales del país.

Un sistema que para sus opositores garantiza el mantenimiento del poder al jefe de gobierno.

Para Sergio Fabbrini, politólogo y director de la Escuela de Administración Pública (Escuela de Gobierno) de Luiss, tales acusaciones son meros pretextos porque "en Italia, un jefe de gobierno nunca tendrá el control sobre todos los miembros de su mayoría", recalcó.

"Es sin duda una victoria de Renzi porque ha conseguido un cambio, algo que ningún gobierno anterior había sido capaz de lograr", aseguró Fabbrini interrogado por la AFP.

El voto de los senadores sobre el proyecto de reforma constitucional es el último paso que debe cumplir Renzi, duramente criticado por la minoría de su partido, el Partido Democrático, que lo tilda de demasiado liberal.

Una nueva votación en la Cámara de Diputados, deberá refrendar el texto aprobado por el Senado, que lo volverá a ratificar de nuevo sin debate antes de un referéndum, que se celebrará probablemente a mediados de 2016.

Si se aprueba la reforma constitucional sería la más importante desde la posguerra y entraría en vigor antes de las elecciones parlamentarias previstas en 2018.

Renzi amenazó renunciar al cargo si no lograba la reforma del Senado.

"Nada en Italia es seguro, pero los dioses parecen protegerlo", sostiene D'Alimonte.

kv.zm

Mostrar comentarios