Italia "decepcionada" por el desmentido de la liberación de la iraní Ashtiani

  • Roma.- El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, afirmó hoy que su Gobierno está "extremadamente decepcionado" por el desmentido de la cadena estatal de Irán Presstv sobre la liberación de Shakineh Mohamadi Ashtianí, la iraní acusada de adulterio y complicidad en el asesinato de su marido.

El caso de Ashtianí podría resolverse en breve, según su antiguo abogado
El caso de Ashtianí podría resolverse en breve, según su antiguo abogado

Roma.- El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, afirmó hoy que su Gobierno está "extremadamente decepcionado" por el desmentido de la cadena estatal de Irán Presstv sobre la liberación de Shakineh Mohamadi Ashtianí, la iraní acusada de adulterio y complicidad en el asesinato de su marido.

"Desafortunadamente, como a menudo sucede con los iraníes, las duchas frías siguen a las buenas noticias. Estamos extremadamente decepcionados, pero nuestra posición no cambia: pedimos un gesto de clemencia para Shakineh", dijo Frattini en Roma a los periodistas, en declaraciones que recogen los medios italianos.

"Queremos ver a Shakineh libre", añadió el jefe de la diplomacia italiana, quien pidió a Irán una "señal fuerte para dar a entender que es posible el diálogo sobre los Derechos Humanos".

Las palabras del ministro se produjeron después de que Presstv informara de que la presencia de Ashtianí en su casa durante unas horas no se debía a su puesta en libertad, sino a la filmación de la reconstrucción del crimen de su marido para un reportaje que se emitirá este viernes.

Las esperanzas sobre la puesta en libertad de la iraní se dispararon este jueves, después de que el Comité Internacional contra la Lapidación anunciara que había sido liberada y estaba en su casa, un malentendido que hoy ha aclarado la cadena de televisión de Irán.

Ashtianí, de 43 años y madre de dos hijos, fue condenada en 2006 a morir lapidada tras ser acusada de haber mantenido relaciones con dos hombres tras la muerte de su marido.

Posteriormente también fue acusada de ser cómplice en el asesinato de su marido y desde entonces permaneció en una cárcel de Tabriz, en el norte de Irán.

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