Lugo, 17 ene.- El jefe de gabinete del alcalde de Santiago, Francisco Castro, declaró hoy durante dos horas ante el juzgado número uno de Lugo, en la llamada operación Pokemon, y salió sin que la jueza le hubiese impuesto medida cautelar alguna.
Esta operación que comenzó en un juzgado de Lugo investiga la existencia de una supuesta trama para obtener concesiones y contratos públicos mediante sobornos en varias ciudades gallegas. El número de imputados ya supera la treintena, muchos de ellos políticos. El último, el alcalde de Santiago de Compostela, Ángel Currás (PPdeG).
Preguntado por si se encontraba satisfecho tras la comparecencia, Francisco Castro respondió este mediodía afirmativamente a los reporteros e informó de que las preguntas se centraron en la adjudicación de una escuela infantil en el barrio compostelano de Salgueiriños.
Consultado por los periodistas sobre su declaración, Castro indicó que fue "muy bien (...) me hizo varias preguntas, contesté a todas con toda la amplitud que la jueza me ha requerido".
Aunque entró a declarar a las 10.15 horas y no salió hasta pocos minutos antes de las 13.00, Francisco Castro aseguró que su declaración "no fue tan larga como parece".
Explicó que hubo una interrupción porque la jueza instructora, Pilar de Lara Cifuentes, recibió una llamada, y que su comparecencia empezó más tarde de lo previsto.
Con respecto a las preguntas formuladas por la magistrada, el jefe de gabinete del alcalde compostelano insistió en que se centraron "fundamentalmente en la adjudicación de la escuela infantil de Salgueiriños".
Reconoció, asimismo, "sentirse satisfecho" después de prestar declaración y recordó que no se puede pedir el archivo de la causa contra él porque todavía está en vigor el secreto de sumario.
Por su parte, su abogado, Ulises Bértolo, indicó que la declaración se ha producido por un supuesto tráfico de influencias, y que su cliente se encuentra "totalmente tranquilo" y en disposición de "una colaboración absoluta con la justicia".
Tras la salida del jefe del gabinete, en torno a las 13.00 horas entró a prestar declaración el propio alcalde, Ángel Currás, también imputado por tráfico de influencias.
Si se levanta la imputación o continúa imputado, pero sin medidas cautelares, como prevé el PP, Currás seguirá con toda probabilidad al frente de la alcaldía de Santiago, ya que esa sería la misma situación que actualmente tiene su homólogo en Lugo, el socialista Xosé López Orozco, que además es presidente del PSdeG.
Pero en la operación Pokemon, además de Currás y López Orozco, figuran también imputados, entre otros, el exalcalde de Ourense Francisco Rodríguez (PSdeG), que dejó el cargo; el exregidor de Boqueixón (A Coruña) Adolfo Gacio (PPdeG), que también dejó el cargo tras su imputación, y el exconcejal del BNG en Ourense Fernando Varela.
Estos imputados revelan que la operación es transversal, afecta a políticos de los tres partidos tradicionales en Galicia -PP, PSdeG y BNG- y a varias de las localidades más importantes. EFE
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