Juez de Corte Suprema argentina dice que delincuentes extranjeros son minoría

  • El juez de la Corte Suprema argentina Raúl Zaffaroni dijo que la mayoría de los delincuentes son argentinos y que las minorías extranjeras no tienen casi representación en la delincuencia grave, en medio del debate por la reforma del código penal, en una entrevista publicada hoy.

Buenos Aires, 16 nov.- El juez de la Corte Suprema argentina Raúl Zaffaroni dijo que la mayoría de los delincuentes son argentinos y que las minorías extranjeras no tienen casi representación en la delincuencia grave, en medio del debate por la reforma del código penal, en una entrevista publicada hoy.

"Los delincuentes son argentinos, no nos confundamos. No hay ninguna sobrerrepresentación de extranjeros. Incluso algunas minorías, como la boliviana, no tienen casi representación en delincuencia grave", expresó Zaffaroni, quien a finales de año dejará su cargo por razones de edad, en una entrevista con el diario Página 12.

Zaffaroni realizó esta afirmación en pleno debate social sobre el peso que tienen los inmigrantes en la delincuencia en Argentina, alentado por varios funcionarios del Gobierno de Cristina Fernández.

Además, el Congreso discute la reforma del código penal, cuyo texto propuesto por el oficialismo contempla la posibilidad de enviar a sus países de origen a los extranjeros que sean sorprendidos cometiendo delitos menores en Argentina.

"La conversión de pena alternativa o de 'probation' en pena de extrañamiento (expulsión) la proponemos en el anteproyecto de Código Penal y tampoco es ninguna novedad en el derecho comparado. Es imposible usarla para delitos graves, salvo después de cumplida la mayor parte de la pena en prisión, cuando quede un resto que pueda sustituirse, e incluso así, en los delitos muy graves tampoco la considero aconsejable", sostuvo Zaffaroni.

"Lo contrario sería de una benignidad inadmisible: los argentinos presos o cumpliendo pena sustitutiva y los extranjeros sueltos y felices en su país. Esto no es tolerable en delitos muy graves. De cualquier modo, lo fundamental es que todo cambio de una pena por otra no puede estar en un código procesal. Una conversión de pena siempre debe estar en el penal", agregó.

Zaffaroni rechazó también las propuestas para rebajar la edad de imputación y criticó lo que consideró como "populacherismo penal", es decir, "montarse sobre los peores prejuicios discriminatorios existentes en una sociedad y profundizarlos para explotarlos políticamente".

El magistrado oficializó el pasado 31 de octubre, a través de una carta dirigida a la presidenta Fernández, que renunciará a su puesto en la Corte Suprema en la primera semana de 2015, cuando cumpla 75 años.

Zaffaroni adujo como motivo el acatamiento lo dispuesto por la Constitución argentina, que fija como tope máximo una edad de 75 años para los jueces supremos, pese a que otros miembros conservan su cargo con edades superiores.

Con su salida, la Corte Suprema quedará con cuatro miembros, uno menos de lo que establecen las leyes para su funcionamiento, por lo que el Poder Ejecutivo deberá proponer candidatos para cubrir la vacante.

Para su designación, el nuevo juez supremo deberá contar con el apoyo de dos tercios del Senado.

La mayoría oficialista en la Cámara alta no será suficiente para lograr cubrir la plaza pero representantes de distintos bloques opositores han avanzado ya que no pactarán sobre ningún candidato por considerar que el nuevo juez tiene que ser elegido por el Gobierno que resulte de las elecciones presidenciales de octubre de 2015.

Zaffaroni consideró "una irresposabilidad institucional no aceptar la discusión acerca de ningún candidato", ya que "la exigencia de la mayoría calificada claramente se puso en la Constitución para que haya una discusión seria y responsable y no una obstaculización".

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