Juez ordena nueva evaluación mental del hombre que disparó contra Casa Blanca

  • Un juez federal ordenó hoy celebrar una nueva audiencia para la evaluación de la capacidad mental del joven de origen hispano arrestado el mes pasado después de que presuntamente disparara contra la Casa Blanca, en un intento de asesinar al presidente de EE.UU., Barack Obama.

Washington, 14 dic.- Un juez federal ordenó hoy celebrar una nueva audiencia para la evaluación de la capacidad mental del joven de origen hispano arrestado el mes pasado después de que presuntamente disparara contra la Casa Blanca, en un intento de asesinar al presidente de EE.UU., Barack Obama.

La audiencia, programada para el viernes en Washington, examinará nuevas evidencias sobre la salud psicológica de Oscar Ramiro Ortega-Hernández, de 21 años, para asegurarse de que puede ser considerado legalmente responsable de sus actos, informó hoy el diario The Washington Times en su edición digital.

La fiscalía se mostró reticente a confiar únicamente en los resultados de una revisión de 50 minutos que concluyó, después de examinar al acusado, que estaba en condiciones de enfrentar un juicio.

"Hay cuestiones sobre las que el Gobierno es consciente de que no se pudieron tratar en una revisión de 50 minutos", dijo el asistente del fiscal George Varghese.

"El objetivo es destacar las cosas que no están en la evaluación. Existen evidencias de que puede ser incompetente", dijo.

El abogado de Ortega-Hernández, David Bos, insistió en que su cliente estaba lúcido y no tiene "absolutamente ningún problema con el entendimiento".

Bos agregó que Ortega-Hernández "no ha mostrado un comportamiento irracional en el curso del presente procedimiento" y dijo que cualquier sugerencia sobre que su cliente pueda estar mentalmente incapacitado "se basa únicamente en supuestos sin fecha, de las declaraciones judiciales de un número desconocido de testigos no identificados que no han sido sometidos a interrogatorio".

Ortega-Hernández efectuó presuntamente varios disparos el pasado noviembre a unos 600 metros de distancia de la Casa Blanca, tras los cuales las autoridades encontraron un vehículo abandonado con un rifle de asalto AK-47 registrado a nombre del detenido.

Nadie resultó herido por los disparos, pero el Servicio Secreto halló dos balas, una cerca de las ventanas de la fachada sur de la mansión presidencial y otra en el exterior del recinto.

Una de las balas impactó en una ventana ubicada en el centro de la vivienda familiar y enfrente del Despacho Oval, pero fue detenida por el cristal blindado.

No obstante, el Servicio Secreto no llegó a temer por la seguridad del presidente, que entonces se encontraba junto con la primera dama, Michelle Obama, en Hawai, con motivo de la cumbre de los países del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Ortega-Hernández, que ya ha tenido problemas con la ley en varios estados, se había mudado a Washington hacía apenas unas semanas, sin informar a su familia, que lo había dado por desaparecido ante las autoridades el 31 de octubre.

La policía de Arlington (Virginia), localidad contigua a Washington, detuvo brevemente al joven pocas horas antes de los disparos, aunque se desconoce el motivo concreto. Después de interrogarlo y fotografiarlo, volvieron a ponerlo en libertad.

De ser declarado culpable, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.

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