Kerry busca trazar borrador de acuerdo de paz en su décimo viaje a O. Próximo

  • El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, emprende mañana su décimo viaje a Jerusalén y Ramala en menos de un año con el objetivo de trazar un borrador para el acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, un paso decisivo para impulsar un proceso que hasta ahora no ha mostrado avances claros.

Lucía Leal

Washington, 31 dic.- El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, emprende mañana su décimo viaje a Jerusalén y Ramala en menos de un año con el objetivo de trazar un borrador para el acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, un paso decisivo para impulsar un proceso que hasta ahora no ha mostrado avances claros.

El jefe de la diplomacia estadounidense iniciará el año 2014 con un vuelo a Jerusalén, donde se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; y una visita a Ramala para ver al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

Si en su anterior visita, a mediados de diciembre, trató de convencer a las partes de que acepten su plan de seguridad para un futuro Estado palestino, en esta ocasión Kerry busca marcar las líneas maestras del acuerdo de paz que ambos lados se comprometieron en julio a alcanzar en nueve meses, es decir, antes de mayo de 2014.

Transcurrido más de la mitad de ese plazo, las conversaciones prosiguen en secreto y los pocos comentarios públicos de israelíes y palestinos tienden al pesimismo, pero Kerry cree que ha llegado el momento de redactar las líneas maestras del acuerdo de paz, según informó el lunes una de sus portavoces, Marie Harf.

"El secretario de Estado va a hablar con ambos líderes sobre el borrador propuesto para las negociaciones. Este borrador serviría como directriz para la negociación sobre el estatus permanente y enfrentaría todos los asuntos clave", explicó Harf.

"Confiamos en hacer avances para limar las diferencias en este viaje, pero no podemos predecir si llegaremos a un acuerdo sobre este borrador durante estos pocos días sobre el terreno", agregó.

Si Kerry se ha decidido a dejar clara la base del acuerdo por escrito es, según algunos observadores, porque ve motivos para el optimismo en las negociaciones.

"El hecho de que Kerry esté pensando en presentar a las dos partes un borrador de acuerdo sobre el estatus permanente es un indicador bastante claro de que las diferencias en torno a los asuntos clave se han estrechado algo", escribió el lunes Aaron David Miller, un destacado experto en Oriente Próximo, en la revista Foreign Policy.

La visita de Kerry, la décima a la región desde que asumió el cargo de secretario de Estado el pasado febrero, se produce además en plena resaca de la liberación, este lunes, de veintiséis presos palestinos que cumplían condena por delitos cometidos antes de los acuerdos de paz de Oslo de 1993.

Harf calificó el lunes esa decisión de "paso positivo", pero no quiso hacer comentarios sobre los informes de que Netanyahu anunciará en los próximos días la construcción de 1.400 viviendas israelíes más en territorios palestinos, en un intento de aplacar las críticas de la derecha por excarcelar a los presos.

La progresiva liberación de reos palestinos, de la que ya se han producido tres tandas, fue una concesión que hizo Israel al comienzo de las negociaciones a cambio de que los líderes palestinos se abstuvieran de buscar reconocimiento en los organismos internacionales mientras se desarrollaba el proceso de paz.

De alcanzarse un borrador para el acuerdo de paz, el texto tocaría previsiblemente las seis cuestiones fundamentales en agenda: fronteras, Jerusalén, seguridad, refugiados, agua y el reconocimiento de Israel como Estado judío.

Hasta ahora las conversaciones se han centrado en el aspecto de seguridad, aunque también se han abordado fronteras y agua.

A comienzos de diciembre, Kerry formuló a las partes su propuesta en cuanto a seguridad, que contempla una posible presencia israelí en el ocupado Valle del Jordán durante diez años, según varios informes de prensa.

Además, según el plan, aviones de reconocimiento estadounidenses vigilarían el territorio palestino y militares israelíes se desplegarían en zonas estratégicas a lo largo de la frontera con el futuro estado palestino, que debería ser desmilitarizado.

Esa propuesta fue acogida con frialdad por Abás y rechazada en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe a mediados de diciembre.

En cuanto a las fronteras, los palestinos proponen retornar a las líneas de 1967 con intercambios territoriales, y para Israel el punto de partida es fijar la frontera del Estado palestino en la verja de separación de Cisjordania, mantener presencia en el Valle del Jordán y que Jerusalén sea analizada por separado.

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