La Abogacía ve "amiguismo" en dar residencia a extranjeros que compren casa

Madrid, 19 nov.- El presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Carlos Carnicer, ha opinado hoy que cabría hablar de "arbitrariedad", "amiguismo" o "corporativismo" en la propuesta del Gobierno de conceder el permiso de residencia a los extranjeros que compren una vivienda de más de 160.000 euros.

Carnicer se ha pronunciado sobre este asunto en los pasillos del Congreso, donde ha reclamado al PSOE que plantee un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Tasas Judiciales.

El presidente de los abogados ha reconocido que no conoce esa propuesta del Gobierno de reforma de la Ley de Extranjería, pero la ha calificado de "parche" y ha dicho que sólo serviría para "solucionar situaciones muy concretas en las que cabría incluso cierta arbitrariedad o amiguismo o corporativismo".

"Lo que tenemos que plantearnos es que la solución tiene que venir de la mano de leyes generales que resuelvan problemas generales", ha señalado.

En la misma línea, ha considerado "francamente insuficiente" el decreto contra los desahucios aprobado la semana pasada por el Ejecutivo, ya que "no van a poder ser acogidos todos los casos en que se afecta a la dignidad de las personas, en muchos casos porque se pone un listón demasiado rígido", ha argumentado.

A su juicio, hay una "situación muy grave que tiene agujeros por todas partes y que es imposible de arreglar con un parche", por lo que ha defendido que "hay que arreglar la Ley Hipotecaria y las leyes de enjuiciamiento para que exista un verdadero derecho de defensa y se pueda analizar perfectamente algo tan importante, tan vital como es la vivienda".

Se ha referido además como una "petición loable" al escrito de suspensión de desahucios que ha presentado hoy en juzgados de primera instancia de toda España la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

El presidente de los abogados ha afirmado que esa petición "persigue que se acabe una situación de injusticia y hay que analizarla" y, tras recordar que el artículo 3 del Código Civil obliga a interpretar las normas con arreglo a la realidad del momento, ha sostenido que la "realidad es tan cruda que caben interpretaciones muy valientes y muy avanzadas".