La Audiencia Nacional pide a Marruecos que juzgue al acusado de colaborar en los atentados del 11-M

  • El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco va a remitir a Marruecos la documentación relativa sobre el presunto terrorista islamista Abdelaziz El Merabit, acusado de ayudar a huir a varios de los autores de los atentados del 11-M, para intentar que sea juzgado en ese país, donde ha sido detenido.
EFE

Eloy Velasco, juez de la Audiencia Nacional enviará al gobierno marroquí la documentación de Abdelaziz El Merabit, presunto terrorista islamista que pudo ayudar a varios autores de los atentados del 11-M a huir del país. El Merabit, que fue detenido en Marruecos no puede ser juzgado, por lo que Velasco quiere que sea Marruecos quien lo juzgue.

Fuentes jurídicas han explicado que el magistrado, que el pasado 20 de agosto abrió un nuevo sumario sobre la masacre, desglosado de la pieza principal, contra El Merabit y otros seis acusados, saca del procedimiento al primero después de que Marruecos le haya comunicado su arresto, pues se encontraba en paradero desconocido y pesaba contra él una orden internacional de busca y captura.

Las autoridades judiciales marroquíes han informado a Velasco de que El Merabit, procesado por integración en organización terrorista, está localizado y preso en una cárcel del país. Dado que Marruecos no tiene por costumbre conceder la entrega de sus nacionales, con toda probabilidad tampoco lo hará con El Merabit, por lo que el juez cursará al país magrebí una denuncia oficial, una figura jurídica que permite pedir el enjuiciamiento de un imputado en otro país.

Este mismo procedimiento se utilizó con otros dos marroquíes vinculados al 11-M, Abdellilah Hriz, detenido en Marruecos en enero de 2008, y Mohamed Belhadj, arrestado en Siria en mayo de 2009 y extraditado posteriormente a su país, donde ambos han sido juzgados y condenados a 20 y 8 años de prisión, respectivamente.

Junto con El Merabit, el pasado 2 de noviembre Velasco procesó a Zohair Khadiri (en prisión provisional por otra causa), Djilali Boussiri, Taha Seghrouchni, Nassreddine Ben Laidne Amri y Abdelkrim Lebchina -los cuatro en libertad- y a Hammad Lahsini, que está en paradero desconocido.

A todos ellos el juez los imputa un delito de integración en organización terrorista, excepto a Lebchina, al que lo hace por un delito de colaboración, y a Ben Laidne Amri, al que, además de pertenencia, le imputa un delito de tenencia de útiles para la falsificación de documentos de identidad.

Según el auto de procesamiento, los siete procesados ayudaron económicamente y alojaron a los huidos Said Berraj (en paradero desconocido), Daoud Ouhnane, Otman El Mouib, Mohamed Afalah (supuestamente muertos en atentados suicida en Irak), Abdelilah Hriz y Mohamed Belhadj.

Velasco les atribuye "labores significadas" de apoyo y cooperación necesaria "a quienes realizan materialmente los sangrientos atentados", mediante tareas de tipo logístico, facilitación de alojamiento, infraestructura, comunicación, financiación y cobertura" para eludir la acción policial.

Después de los atentados, relata el juez, los autores de la masacre huyeron en grupos, por su cuenta o separadamente, pasando por el inmueble conocido como "Alkalaa" (el refugio), situado en el número 20 de la calle San Francesc de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), centro neurálgico de la denominada "red Tigris". En concreto, sostiene que a finales de abril de 2005 El Merabit visitó personalmente a Belhadj en Bélgica, donde le dio 1.200 euros y un pasaporte falso a nombre de Said Mohamed con una foto que días antes le había enviado a España Samir Tahtah (condenado a 9 años de cárcel por la "Tigris") y le dijo que tenía que ir a Turquía.

La madrugada del 15 de junio de 2005 huyó de Santa Coloma, pasó tres días en Bélgica junto a Belhadj, Lahsini y Omar Nakhcha -supuesto líder de una red vinculada al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y que está preso- y se fue a Turquía, donde se entrenó junto a Farid Chebira (encarcelado en Argelia) en los proyectos yihadistas de los grupos de Al Qaeda, tras lo que se unió al huido Ouhnane para inmolarse en Irak, aunque no lo consiguió.

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