La baja participación marca el referéndum constitucional de Zimbabue

  • La baja participación del pueblo de Zimbabue marcó el referéndum constitucional que se celebraba hoy en el país, sumido en una crisis política y económica, a pesar de los repetidos llamamientos de los políticos zimbabuenses a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto.

Oliver Matthews

Harare, 16 mar.- La baja participación del pueblo de Zimbabue marcó el referéndum constitucional que se celebraba hoy en el país, sumido en una crisis política y económica, a pesar de los repetidos llamamientos de los políticos zimbabuenses a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto.

El borrador de la Constitución, que tardó cuatro años en redactarse y que sólo fue publicado hace tres semanas, contempla la limitación gradual de los poderes del presidente, que bajo la nueva Carta Magna sólo podría estar al frente del país durante dos mandatos consecutivos.

El documento, de 172 páginas y que los expertos esperan que sea aprobado a pesar de la escasa participación de los zimbabuenses, prevista en torno a un 35 por ciento, también dicta que los responsables de la Seguridad del Estado deben ser imparciales, y da mayor importancia a la igualdad de géneros.

Los colegios electorales de Zimbabue abrieron sus puertas a las 07.00 hora local (05.00 GMT), y las cerraron doce horas después, a las 19.00 hora local (17.00 GMT).

El recuento de votos comenzará de forma inmediata y se espera que los resultados sean publicados en los próximos cinco días.

La gran mayoría de los cerca de 9.500 colegios electorales repartidos por las diez provincias que forman Zimbabue recibieron escasos votantes, sin que se formasen grandes filas, aunque la zona noreste, según la Comisión Electoral Independiente de Zimbabue, vio una mayor participación.

Tanto el presidente del país, Robert Mugabe, como el primer ministro, Morgan Tsvangirai, que han pedido insistentemente a los ciudadanos que aprueben la Constitución, votaron durante la mañana.

Este referéndum, que Tsvangirai tildó hoy de "paso histórico", es percibido como un ensayo de las elecciones ya que, de aprobarse la Constitución, está previsto los comicios se celebren el próximo mes de julio, aunque no se ha fijado una fecha exacta.

La jornada electoral transcurrió pacíficamente en la mayor parte de Zimbabue, algo que confirmaron los observadores y que aplaudieron algunos diplomáticos, como el embajador de EEUU en Harare, Bruce Wharton.

"En general, la organización y el proceso de este referéndum parece que han salido muy bien", dijo el diplomático estadounidense en la red social Twitter.

No obstante, Amnistía Internacional pidió ayer a las autoridades de Zimbabue el cese de las medidas de represión contra organizaciones de la sociedad civil, acosadas por la Policía en el último semestre, de cara al referéndum constitucional.

En este sentido, se informó de algunos incidentes violentos aislados, como el rechazo en los puestos del voto de algunos de los electores, en su mayoría de raza blanca o de ascendencia malaui, a quienes se consideró extranjeros.

Asimismo, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), partido que lidera Tsvangirai, afirmó que uno de sus miembros, Samson Mugumara, fue secuestrado en la localidad de Headlands, en el este del país, por hombres armados con fusiles automáticos AK-47.

No obstante, las autoridades luego aseguraron que se trataba de una detención, puesto que Mugumara está acusado del asesinato de un miembro del partido político rival, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-FP), liderado por Mugabe.

El último referéndum constitucional celebrado en Zimbabue tuvo lugar en el año 2000, si bien aquel texto fue rechazado debido, en gran parte, a la campaña llevada a cabo por el MDC.

La adopción de esta nueva Carta Magna era una de las condiciones indispensables del acuerdo por el que se formó el Gobierno de unidad en 2009, como paso previo para la celebración de las próximas elecciones.

El Gobierno de coalición se formó después de unas polémicas elecciones celebradas en 2008, en las que murieron al menos 200 seguidores del entonces partido opositor, el MDC de Tsvangirai, ahora primer ministro de Zimbabue.

Hasta entonces, Mugabe y la ZANU-PF habían gobernado Zimbabue en solitario con mano de hierro desde la independencia del Reino Unido en 1980.

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