La candidata de IU retenida en Gaza: "Lo llevo con resignación, el Gobierno actúa como esperaba"

    • Jaldía Abú Bakra, a la que se le impide salir de la Franja, se presenta como número dos al Senado por la formación.
    • "El Gobierno no defiende ni se preocupa por la suerte de una ciudadana española", critica.

     

     

Jaldia Abu Bakra, candidata de IU-Unidad Popular al Senado.
Jaldia Abu Bakra, candidata de IU-Unidad Popular al Senado.

El nombre de Jaldía Abú Bakra aparecerá en las papeletas de IU-Unidad Popular al Senado, pero ella se encuentra a más de 5.000 kilómetros de distancia. En Gaza, uno de esos lugares donde la vida y la muerte han adquirido otro valor.

Ella, 48 años, nació allí. Pero su pasaporte es español. Como también su marido y sus cuatro hijos.  Funcionaria del ayuntamiento de Madrid, en agosto viajó a la Franja para ver a  los suyos y acudir a un entierro familiar. Desde entonces, se encuentra retenida por el cierre de fronteras y las autoridades de Egipto e Israel  le impiden la salida, afirman desde IU, sin justificación legal ni argumento alguno.

Jaldía no pudo acudir a la presentación de la candidatura, a principios de noviembre. Una foto suya recordaba la ausencia. En los últimos días, su partido ha intensificado la presión para que pueda volver a casa. Alberto Garzón, candidato a la Presidencia del Gobierno, alertó el viernes por carta al ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, de que la retención de su compañera podría constituir un delito electoral, al impedirse su participación en la campaña.

“La respuesta del Gobierno es la que me esperaba, no defiende ni se preocupa por la suerte de una  ciudadana española y manteniendo buenas relaciones con Israel, podría exigir mi libertad, pero no lo hace”, lamenta ella desde Gaza, en conversación con este periódico.

Afirma, no obstante, que el trato que recibe del consulado español en Jerusalén es bueno, “han sido muy amables conmigo, pero esto es tarea del ministerio de Exteriores y no hace nada”, apostilla después. El cónsul general en el país se mantiene en contacto telefónico con ella, pero sus gestiones no han logrado que  por el momento sea autorizada a salir.


Jaldía ha acudido en varias ocasiones a la frontera, por si en alguna de ellas se le permitía el paso.  Trata de mantener el ánimo. “Lo llevo con  mucha paciencia y resignación. A nivel personal estoy bien ya que me encuentro entre mi gente que llevaba años sin ver”, asegura. No obstante, reconoce temer por su puesto de trabajo.

“El departamento de recursos humanos del Ayuntamiento está advirtiendo de que no va a trabajar, pero nadie acredita nada”, explica Enrique Santiago, secretario de Movimientos Sociales de IU, convencido de que si continúa la situación Jaldía tendrá complicado mantener el empleo.

“Esto es un escándalo”, prosigue Santiago, muy crítico con la falta de respuesta del Gobierno, que, dice “no ha hecho absolutamente nada”. “Llevamos planteando este asunto al ministerio de Exteriores desde hace meses y no nos hace ningún caso. Nos dicen que es complicado, no concretan. Ha habido varias salidas de personas autorizadas por Israel,  pero ella no, lo que es sorprendente, y una desidia del ministerio de Exteriores.

Desde Gaza, Jaldía lamenta que no se le haya permitido ejercer sus derechos políticos de participar en campaña. Fue elegida número dos al senado por Madrid en las primarias de Ahora en Común- Unidad Popular del pasado octubre, en un proceso en el que tuvo que participar a distancia, por medio de un vídeo grabado y enviado desde Gaza.

En él, denunciaba la “estafa” que, en su opinión, representa lo que el bipartidismo ha “disfrazado de crisis económica”.  “Las elecciones tienen que servir para acabar con el bipartidismo, puesto que primero el PSOE y luego el PP han dejado de gobernar para someterse al dictado de la Troika, cuyas políticas están al servicio de la banca, los oligopolios y las multinacionales", defendía en la grabación.  

Desde la Franja, advierte también del “criminal bloqueo” a la población, afirma, “con el silencio de la comunidad internacional”. “Pienso seguir defendiéndolo pasadas las elecciones, aquí hay dos millones de palestinos encerrados, y con recortes de todo lo básico, sin derecho a nada. Esto es una política de castigo”.

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