Aviones de combate se relevaban desde la madrugada del sábado para atacar el cuartel general de las fuerzas especiales en el centro de Saná y los depósitos de armas en Faj Atan y en Al Nahdain, dos colinas en el sur de la capital, así como posiciones rebeldes situadas más al oeste, informaron testigos.
Fuertes explosiones sacudieron varios barrios de Saná en poder de los rebeldes, desde los que se elevaban columnas de humo, sembrando el pánico entre la población, añadió.
Los habitantes estaban enclaustrados en sus casas y las calles, desiertas, contaron testigos.
"Son los ataques más violentos en Saná" desde que en marzo comenzó la campaña de bombardeos aéreos de la coalición árabe en Yemen, declaró a la AFP un responsable local.
Con estos ataques, la coalición reaccionaba a la muerte de 45 soldados de los Emiratos y de 5 de Bahréin en la explosión de un depósito de municiones provocada, según fuentes militares, por la caída de un misil tierra-tierra lanzado por rebeldes contra una base militar en Safer, en la provincia de Marib, al este de Saná.
El ataque rebelde también causó la muerte de 10 soldados sauditas, según medios de comunicación que citaban al portavoz de la coalición, el general Ahmed Asiri.
La coalición, liderada por Arabia Saudita, intervino en marzo en Yemen para intentar frenar el avance de los rebeldes, que se habían apoderado de zonas extensas del país obligando a huir al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, refugiado actualmente en Riad.
"La misión de las fuerzas de la coalición consiste en restablecer la paz y la estabilidad en Yemen", declaró Asiri al diario saudita Al Riyadh. "Continuarán con sus operaciones militares hasta que se cumplan sus objetivos", añadió.
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