La cruzada de cincuenta madres colombianas que tomaron anticonceptivos falsos

  • Unas cincuenta madres de escasos recursos de la ciudad colombiana de Arauca, en la frontera con Venezuela, libran una cruzada en busca de justicia por haber quedado embarazadas al participar en un programa oficial de planificación familiar con anticonceptivos que resultaron falsificados.

Ana Gómez

Bogotá, 31 jul.- Unas cincuenta madres de escasos recursos de la ciudad colombiana de Arauca, en la frontera con Venezuela, libran una cruzada en busca de justicia por haber quedado embarazadas al participar en un programa oficial de planificación familiar con anticonceptivos que resultaron falsificados.

Durante varios meses en 2008 estas mujeres recibieron inyecciones de un anticonceptivo que creían era Nofertyl pero que resultó ser una sustancia sin ningún poder contraceptivo y todavía desconocida por ellas, cinco años después del tratamiento.

Las mujeres, que conformaron la Asociación de Madres Víctimas de la Falsificación de Medicamentos de Arauca como plataforma de lucha, consideran un logro la acusación de la Fiscalía contra un supuesto integrante de la red que vendió las dosis fraudulentas de Nofertyl al centro médico Jaime Alvarado y Castilla.

Así lo reconoció en declaraciones telefónicas a Efe la representante de la asociación, Paula Andrea Cubillos: "Nosotras aplaudimos que pese a que han pasado casi cinco años se empiecen a ver los resultados, que se pruebe que dijimos la verdad, que nos dieron medicamentos falsos y que hay unos culpables de ello".

La Fiscalía acusó este mes a Fernando Sanabria del delito de corrupción por el suministro de "mil ampollas" falsas de Nofertyl en 2008 al centro araucano, mientras que otro distribuidor, Henry Castillo, ya fue condenado a 39 meses de prisión.

La primera acción que emprendió la asociación de mujeres, recordó Cubillos, fue una demanda administrativa contra el centro médico en el que cada mes recibían gratis el tratamiento anticonceptivo dentro de un programa de planificación familiar para mujeres en situación vulnerable.

"Muchas de ellas son madres cabeza de hogar porque a la mayoría las abandonaron los esposos cuando quedaron embarazadas; otras son desplazadas por el conflicto armado del país. Viven en un nivel socioeconómico muy bajo, en una humildad terrible", dijo Cubillos.

De las cincuenta mujeres afectadas, tan sólo tres o cuatro tienen casa propia, según Cubillos, por lo que la asociación ha pedido "incansablemente" subsidios a las autoridades regionales y hasta al propio Ministerio de Vivienda.

"Son más de cien mujeres las que quedaron en embarazo, pero sólo estamos asociadas unas cincuenta por cuestiones culturales", anotó la representante del grupo.

Explicó que "esas mujeres dejaron de demandar porque decían que preferían cuidar de sus hijos humildemente a protestar, sin pensar que con una indemnización esos niños habrían tenido una infancia mejor" y sin tomar conciencia de que este fallo en el servicio tuvo "niños como resultado" y por fortuna no hubo madres muertas.

Hasta ahora, ninguna entidad ha asumido la responsabilidad por este drama. "Inicialmente nos reunimos con el alcalde de ese entonces y nos recomendó que nos asociáramos para poder obtener subsidios de vivienda, apoyos económicos... pero nunca llegaron", lamentó.

En medio de la pasividad regional y estatal, Cubillos ha liderado una labor de madrinazgo con esta generación de niños araucanos que nacieron del falso Nofertyl.

"Cada año yo les celebro el cumpleaños y la Navidad a todos los niños. Ellos nacieron entre marzo y mayo de 2009, entonces cojo el mes de abril y en un día le celebramos aniversario a todos ellos", relató.

De las rifas y a la entrega de juguetes recogidos previamente por Cubillos en Arauca disfrutan también el promedio de tres o cuatro hermanos de estos menores, que suelen rondar la misma edad.

Para esta madre, lo más preocupante es que al cabo de cinco años, ni los laboratorios ni las autoridades sanitarias han esclarecido qué tipo de sustancia se estuvieron inyectando en lugar del verdadero anticonceptivo.

"Al parecer era aceite, pero nadie nos dijo nunca de qué tipo era, si era puro, si estaba mezclado...", criticó.

Según la encuesta nacional de Demografía y Salud (ENDS) del departamento de Arauca, el 79 % de las mujeres casadas o que conviven con su pareja en esa región utiliza un método anticonceptivo y un cuarto de ellas tienen su primer hijo entre los 15 y los 19 años.

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