Sevilla.- Los abogados defensores del caso Marta del Castillo han pedido hoy que el caso sea juzgado por un tribunal profesional y no por un jurado, según la última doctrina del Tribunal Supremo, y uno de ellos ha afirmado que la falta de pruebas llega a no saber con certeza dónde fue asesinada la joven.
Los abogados de los cuatro acusados que son mayores de edad han presentado hoy sus escritos de defensa, que se unen a los presentados por la Fiscalía de Sevilla y por el abogado de los padres de Marta, que han pedido 52 y 50 años de cárcel, respectivamente, para el asesino confeso, Miguel C.D.
El letrado José Manuel Carrión, que defiende al hermano mayor de Miguel, Francisco Javier D.M., ha pedido al juez que el caso sea reconducido para su enjuiciamiento ante un tribunal profesional y no un jurado, a la luz de la última doctrina del Supremo sobre la conexión entre los delitos de violación y asesinato.
Ello obligará al juez de instrucción 4 de Sevilla a plantear dicha cuestión en la audiencia preliminar que celebrará en las próximas semanas, con asistencia de los cuatro imputados, en el último acto previo a la remisión del caso a un tribunal del jurado, han informado a Efe fuentes del caso.
El abogado José Antonio Salazar, que defiende a María G.M., novia de Francisco Javier, dice en su escrito que su cliente ha declarado en cuatro ocasiones y siempre ha dado la misma versión de lo ocurrido en la noche del 24 de enero de 2009, cuando estuvo estudiando en el piso de la calle León XIII de Sevilla donde ocurrieron los hechos.
Frente a ello, "carecen de la más mínima credibilidad" las diferentes versiones dadas por Miguel y por el menor de edad Javier G.M., acusados de la violación y asesinato de Marta, por lo que "la incredulidad de sus testimonios debe alcanzar también al lugar donde tuvo lugar la muerte", según este abogado.
"Pese a los 35 análisis de restos recogidos en el piso, no hay ninguno del que pueda extraerse la conclusión indubitada de que Marta fuera golpeada, violada y muerta en el piso de León XIII, siendo perfectamente posible que todo pudiera suceder en otro lugar no determinado", dice Salazar en un escrito al que ha tenido acceso Efe.
A ello añade que "pese al concienzudo examen y análisis llevado a cabo por la Policía Científica", ninguno de los siete vehículos que tenían a su disposición los acusados ha evidenciado que pudiera haber sido utilizado para el transporte del cuerpo de la víctima.
La abogada de Miguel, Paloma Pérez Sendino, no ha desvelado a la prensa el contenido de su escrito hasta que lo conozcan las demás partes, si bien fuentes del caso apuntan que podría calificar los hechos como homicidio, negar la violación y añadir la atenuante del consumo de drogas y alcohol que alegaron Miguel y Javier.
Manuel Caballero, que defiende a Samuel B.P., acusado de ayudarles a deshacerse del cuerpo de Marta, ha presentado un escrito en que simplemente niega la autoría de los hechos pero no hace un relato alternativo de lo ocurrido aquella noche.
José Manuel Carrión, en un escrito de 58 folios, desgrana lo que considera "inconsistencia de las acusaciones, basadas en conjeturas y elucubraciones" y se refiere a las sucesivas declaraciones de los dos presuntos autores materiales para asegurar que "no existe una claridad y uniformidad a la hora de tratar los datos fácticos y como sucedieron".
Las defensas solicitan la declaración en el juicio de hasta 68 testigos, entre ellos los padres de Marta, 22 policías, 38 peritos y la aportación de los informes de posicionamiento de los móviles de cada acusado, que será clave para concretar sus movimientos la noche del crimen.
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