La empresa que originó la explosión de Tianjin se saltaba los controles de seguridad

    • La compañía Rui Hai desplegó una trama corrupta que utilizaba el tráfico de influencias para conseguir los permisos necesarios para ejercer su actividad.
El incendio está controlado y no hay víctimas mortales
El incendio está controlado y no hay víctimas mortales

El periódico estadounidense 'The New York Times' apunta a que la impunidad con la que operaba la empresa de productos químicos, Rui Hai, pudo provocar la explosión que terminó con la vida de 150 personas y con más de 700 heridos. Según este medio, la compañía contaba con más de 11 hectáreas para almacenar sus productos, pero los clientes aseguran que se solian almacenar grandes cantidades de químicos volátiles juntos en vez de separarlos para garantizar la seguridad.

"Nadie quería ponerse en su camino", aseguró uno de los exportadores de los químicos al 'The New York Times' refiriéndose a que las autoridades controladoras de esta industria no se atreven a plantarle cara a los dueños de la empresa. Desde su fundación, Rui Hai consiguió construirse muy pronto la reputación del mejor lugar para el transporte internacional de mercancías peligrosas.

La compañía ofrecía precios baratos, facilidad para tramitar la documentación necesaria y la carta blanca del Gobierno Chino que solía aceptar sus solicitudes con prontitud. Las declaraciones de docenas de clientes y de asociados de Rui Hai deja entrever una trama de corrupción que explotaba las flaquezas del gobierno en uno de los distritos financieros bajo la influencia del partido para proteger las operaciones empresariales de la compañía."La tragedia se podría haber evitado"

De hecho, Rui Hai comenzó con su actividad antes de conseguir el permiso de las autoridades. Las licencias de seguridad con las que cuenta la empresa tienen una procedencia cuestionable. Las autoridades locales, en un intento de revisar la seguridad de la compañía, subcontrataron a un contratista privado que fue seleccionado y pagado por la propia Rui Hai.

"Desde la explosión hasta la fallida respuesta del Gobierno, todo lo referente a este desastre es indignante, por eso la gente está tan enfadada", aseguró Zhang Ming, científico de la Universidad de Renmin en Pequín, al 'The New York Times'. "Ha sido una catástrofe que se podría haber prevenido y que ha expuesto la enorme cantidad de problemas que tiene el sistema", explicó.

Ya en 2013 muchos expertos del país alertaron de la "cantidad incaptable de riesgos mediambientales" del distrito, además advertían de la posibilidad de que crecieran las posibilidades de accidentes en los almacenes de materiales peligrosos. Todos estos avisos fueron ignorados sistemáticamente. Wu Yixio, un activista de Greepeace, va aún más allá, e indica que lo ocurrido en Tianjin "es solo la punta del iceberg de lo que está sucediendo por toda China". "Los gobiernos locales están colocando el crecimiento económico como prioridad y mantienen a los ciudadanos en el desconocimiento de los peligros que eso conlleva", comenta.

Los líderes chinos han prometido una investigación transparente del desastre y cerca de dos docenas de oficiales locales y empleados de Rui Hai han sido detenidos o llamados a declarar. Pero el Gobierno continúa manteniendo silencio en cuestiones cruciales como por ejemplo qué causó exactamente la explosión.

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