La exmujer de López Aguilar continúa su guerra detallando en público detalles íntimos de la pareja

    • Natalia de la Nuez, en proceso de divorcio de Juan Fernando López Aguilar, ha explicado a la prensa que, aunque no quería otro embarazo, se inseminó para "regalarle" hijos a su marido.
    • Dice que el eurodiputado se volvió más agresivo cuando le descubrió una infidelidad y critica que hable de sus hijos, cuando "no les ha dado un puré en cinco años".
El exministro socialista Juan Fernando López Aguilar (archivo).
El exministro socialista Juan Fernando López Aguilar (archivo).

Después de que saliera a la luz la acusación de malos tratos por parte de Juan Fernando López Aguilar a ex mujer, Natalia de la Nuez, la batalla entre ambos se ha recrudecido.

En declaraciones al suplemento LOC de El Mundo, el exministro se declara "destrozado" por lo que considera una "venganza" provocada por el despecho de su exmujer, tras enterarse de que mantenía otra relación.

"Se me advirtió muchas veces que si yo iba adelante con el divorcio me iba a hundir y destruir. Tengo muchos testigos de esas frases", asegura al periódico. La pareja estuvo casada durante 17 años, aunque desde hace más de uno se encontraba en trámites de divorcio. Este mismo jueves se hizo firme la sentencia de separación. "Ella ha sido feliz en el matrimonio y estaba orgullosa de ser mi mujer hasta que surgió otra relación y enloqueció", afirma.

Por su parte, su exmujer, asegura, también en declaraciones a El Mundo, haber sido víctima de maltrato físico y psicológico desde el año 2000, aunque dice también que no lo denunció "por miedo".

Desde hace siete meses, el socialista no vivía en la casa que hasta entonces había compartido con su exmujer. Fue el pasado 28 de marzo cuando el asunto salió a la luz, después de que se produjese un incendio en esa vivienda. Según los testimonios de varios vecinos, la relación entre ambos era muy mala. "Los vecinos lo único que pueden testificar es que me han visto irme de allí para evitar el conflicto, a veces insultado por ella, que no quería que me fuera", asegura López Aguilar al mismo medio.

El exministro asegura que se enteró del fuego en su vivienda cuando un vecino le preguntó por ello. Dice que no se lo podía creer y fue a comisaría a informarse. Como se trataba de un día festivo, Viernes Santo, hubo de dirigirse al Servicio de Atención Familiar, donde le dijeron que el asunto estaba en manos de un juzgado de Violencia de Género. El lunes, su exmujer y su cuñada declararon ante el juez de Las Palmas sobre un presunto maltrato, del que no aportaron pruebas físicas.

Natalia de la Nuez asegura que su familia pudo ver las lesiones "al día siguiente" de producirse. "Yo siempre trataba de tapar a mi marido, de decir que las magulladuras habían sido producto de accidentes domésticos", asegura. En enero, su hijo Gorka, que tuvo en una relación anterior, presentó una denuncia contra López Aguilar, que después fue retirada. La exmujer del ministro reconoce que entonces, el joven "se equivocó". "Realmente me tropecé al perseguir a mis niños y por eso le pedí que retirase la denuncia", relata.

El propio joven llegó a difundir entonces un comunicado en el que absolvía de toda culpa al político, y admitía la falsedad de la denuncia. En el texto, lamentaba también "el profundo daño" causado al honor y la integridad de su "padre". En ese momento, atribuyó el haber presentado la denuncia al "miedo" de ver a su "madre lesionada", aunque esta misma semana, también en declaraciones a El Mundo, aclaró que fue su madre quien le pidió que retirase la denuncia.

"Mi madre me pidió que quitase la denuncia. Yo no quería porque pensé que mi madre quería tapar a su marido como siempre hacía. A mí ya me habían contado que mi padrastro la estaba machacando y cuando me la encontré con el ojo morado no tuve dudas", declaró al periódico tras conocerse la nueva acusación contra el exministro. "No me arrepiento. Yo hice lo que un hijo tenía que hacer. Independientemente de que mi padrastro fuera o no conocido. Hay que ser justos en la vida. Sólo deseo que este hombre se aleje definitivamente de mi madre. Le ha destrozado la vida".

El joven aseguró también que su madre no denunció nunca al exministro por sus hermanos. "Mi madre ha sido quién se ha preocupado de ellos desde que nacieron. Él ha tenido muchos descuidos", afirmó. Según Gorka de la Nuez, el comunicado en el que exculpaba al político fue supervisado y retocado por el exministro y su equipo.Envió una foto de otra mujer al entorno del exministro

Juan Fernando López Aguilar y Natalia de la Nuez empezaron su relación en el 97, cuando el político era catedrático de Derecho Constitutional y ella, que tenía dos hijos de dos relaciones anteriores, visitadora médica de un laboratorio. Según relata la mujer, el enlace se desarrolló de forma muy discreta. "No hubo ni convite, fui al supermercado, compré comida y pasamos la tarde en la playa", narra a El Mundo.

Cuenta también cómo, durante unas vacaciones en Las Palmas, se enteró de que el exministro mantenía una relación con otra mujer, cuando, tras ver cómo se encerraba en el baño, escuchó decir por teléfono "pero tú me quieres o no me quieres, estoy harto de que no te aclares".

"Entré en el baño y él se puso tan nervioso que le dió al botón del altavoz y escuché la voz de otra mujer", revela.

De la Nuez narra también detalles íntimos, como que se encontró "facturas sospechosas" de hotel y una foto atrevida de la amante en el móvil de su entonces marido, que reenvió a varios allegados del entorno del político. "Interceptar comunicaciones ajenas es un delito, incluso en la convivencia. Ése no es el perfil de una mujer maltratada, que tiene miedo, sino el de una que enloquece cuando descubre que ha entrado en mi vida otra persona", advierte López Aguilar.

Según ella, el exministro se sintió atraído porque "tenía diez años menos y un cuerpo estupendo". La pareja, no obstante, decidió seguir con la relación un tiempo, pero, cuenta la mujer, "tras darle muchas oportunidades y ver que no cumplía su promesa de dejarla decidí divorciarme. Él me planteaba seguir con el matrimonio si le permitía excursiones con otras mujeres". Asegura que el socialista se volvió "más agresivo" y que la agredía "cada vez que le reprochaba que me había sido infiel".

También tiene críticas para esa tercera persona, una mujer, dice, "sin escrúpulos". "Me hizo hacer cosas estúpidas como mandarle mensajes pidiéndole que se alejase de mi familia. Con todo el esfuerzo que había hecho por construirla, no iba a dejar que en mi corral entrase cualquier gallina y menos ella", justifica.

Ella niega que las acusaciones sean una "venganza". "No es una venganza. No soy rencorosa. Lo único que quiero es extirparle de mi vida", dice a El Mundo.Sus hijos, una "prueba de amor"

El exministro reitera su inocencia y que todo es producto de una falsedad. Dice también estar deseando declarar ante el Tribunal Supremo. "Lo que no voy a hacer es airearlo en los medios, sino ante el tribunal", subraya. Al tiempo, exige que su exmujer dé explicaciones por los incendios registrados en su domicilio. "Si en lugar de ella hubiera sido yo el que estaba en el domicilio en la misma situación que se la encontró a ella me hubieran detenido al momento", lamenta.

Ella, por su parte, se declara indignada porque haya cuestionado su capacidad como madre. Afirma, además, que los dos hijos mellizos de cinco años que le "regaló" exministro fueron una "prueba de amor". "Yo no quería tener más hijos. Ya tenía a mis otros dos criados y me tuve que volver a poner a dar pecho con 48 años", subraya.

"Si ella fuera una persona que protegiera y primara el bien de ellos, no estaría contando estas barbaridades para protegerles", argumenta López Aguilar. La pensión es otro de los caballos de batalla entre ambos. Su exmujer se queja de que sólo quisiera darles 300 euros al inicio del proceso de divorcio. "Todo el mundo sabe lo que cobra un europarlamentario", dice a El Mundo. Actualmente recibe 500 euros para cada uno y 1.000 para ella.

"Por mi condición de europarlamentario lo único que he pedido en todo este proceso, es tener flexibilidad con las visitas. Dependo de los aviones y de una agenda política muy apretada, pero eso no me va a impedir nunca renunciar a mis hijos" dice López Aguilar.

Según fuentes del entorno socialista, consultadas por el periódico, la mujer ha requerido atención psicológica para superar la ruptura y tiene problemas con el alcohol. Ella niega este punto.

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