La FIDH optimista ante las elecciones en Túnez pese al avance islamista

  • La presidenta de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Souhayr Belhassen, afirmó hoy a Efe que es optimista sobre el éxito del proceso electoral constituyente de Túnez, pues opinó que el avance del islamismo será compensado por la unión del resto de fuerzas democráticas.

París, 17 oct.- La presidenta de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Souhayr Belhassen, afirmó hoy a Efe que es optimista sobre el éxito del proceso electoral constituyente de Túnez, pues opinó que el avance del islamismo será compensado por la unión del resto de fuerzas democráticas.

"El partido islamista Ennahda será el más votado porque es el mejor organizado y porque la gente le identifica con la represión, cada familia tiene un miembro mártir y eso pesa en un país con tanta población musulmana", señaló Belhassen.

Pero la responsable de la FIDH indicó que los islamistas "tendrán enfrente a un conjunto de partidos que le servirán de contrapeso" e impedirán que impongan ciertos dogmas.

"Es un momento clave y con un partido como Ennahda los defensores de los derechos humanos tendrán que luchar el doble", auguró Belhassen.

En este sentido, precisó que tomarán más tiempo de lo que se esperaba reformas como la abolición de la pena de muerte o la igualdad de sexos ante la herencia.

Deploró las derivas violentas en el país, como los ataques contra un canal de televisión privada que emitió la película "Persépolis", sobre una niña iraní en el régimen de los ayatolás.

"Ellos no combaten con las mismas armas que nosotros", dijo Belhassen, quien afirmó que el partido islamista debe parte de sus afiliados "al miedo".

Sin embargo, indicó que ese tipo de reacciones "son el precio que hay que pagar por la libertad" y aseguró que "no son mucho mayores de los que suceden en otras democracias, como acabamos de ver recientemente en Oslo".

La presidenta de la FIDH señaló que "es preferible afrontar a este partido islamista a cara descubierta que combatirle a costa de la libertad, como se hacía en época de Ben Ali".

El frente, añadió Belhassen, debe tener lugar en el Parlamento que se constituya, donde los partidos democráticos han de hacer "prueba de una madurez que todavía no tienen" para no permitir el avance del extremismo islámico.

En este sentido, la activista, de nacionalidad tunecina, se mostró confiada porque "en Túnez existe desde hace mucho tiempo la cultura del consenso".

Belhassen diferenció el proceso de su país con otros que están teniendo lugar en estados árabes como Egipto o Libia y explicó que el motivo es "el más elevado nivel de alfabetización y educación que hay en Túnez".

"Si uno mira lo que sucede en Egipto, se da cuenta de que la gente sigue esperando la propaganda oficial para actuar. El ejército tutela el proceso, han cambiado de hombres, pero no de régimen. En Túnez han derrotado hasta tres gobiernos, hasta que el pueblo ha obtenido lo que quería, unas elecciones constituyentes", afirmó.

La presidenta de la FIDH destacó que "el proceso de Túnez no puede fracasar" porque "hay demasiados ojos puestos en él".

Aunque indicó que cada país es diferente, aseguró que "Túnez actúa de ejemplo para otros muchos" estados.

"Lo que se ha vivido en Túnez estos últimos siete meses ha sido una explosión de vida y creo que va a derrotar a los riesgos que nos acechan", dijo.

Belhassen deploró la actitud de la comunidad internacional, que no ha sabido ver que el mundo árabe necesita su ayuda "no sólo económica, sino también de apoyo a los procesos políticos".

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