La ikurriña, único símbolo aceptado por todos los vascos

  • De la extensa simbología del nacionalismo vasco, solo la ikurriña es aceptada por todos, nacionalistas y no nacionalistas, según los doce expertos que han trabajado durante seis años en el "Diccionario ilustrado de símbolos del nacionalismo vasco", de reciente publicación.

Inmaculada López Varona

Madrid, 16 jun.- De la extensa simbología del nacionalismo vasco, solo la ikurriña es aceptada por todos, nacionalistas y no nacionalistas, según los doce expertos que han trabajado durante seis años en el "Diccionario ilustrado de símbolos del nacionalismo vasco", de reciente publicación.

Un extenso trabajo con el que, a través de 53 entradas y casi 300 imágenes, se pretende ayudar a entender la identidad nacional vasca.

La Guerra civil o las contiendas carlistas, la ikurriña, la batalla de Roncesvalles, San Francisco Javier y San Ignacio de Loyola, el Aberri Eguna (Día de la Patria vasca), el Arrano beltza (el águila real de Navarra) o los términos Euskadi/Euskal Herria son algunos de los temas estudiados en profundidad por los doce historiadores y científicos.

El resultado de años de estudio e investigación son más de 800 páginas, un trabajo que han coordinado cuatro catedráticos de Historia: José Luis de la Granja, Santiago de Pablo, Ludger Mees y Jesús Casquete.

De la Granja, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad del País Vasco, relató a Efe que han rastreado durante seis años numerosos documentos para poder ofrecer la historia del origen y evolución de cada uno de los símbolos seleccionados, algunos compartidos, como la ikurriña, y otros objeto de enfrentamiento entre el PNV, otros grupos nacionalistas y ETA.

De la Granja recuerda que muchos de esos símbolos fueron una invención del fundador del PNV, Sabino Arana, quien no vinculó su concepto de nación a la lengua vasca, sino a la raza y a la religión católica.

A finales del siglo XIX, añade, Arana llamó Euskadi al territorio, frente al término usado hasta entonces, Euskal Herria; diseñó la ikurriña a partir de la enseña de Vizcaya, la bandera bicrucífera, y decidió que el himno oficial fuera el 'Gora ta gora', un canto religioso.

De estos símbolos, el único aceptado unánimemente es la ikurriña, ya que el nombre del territorio, Euskadi, fue asumido por todos, pero en los años 90 "el nacionalismo radical, de la noche a la mañana", lo proscribe y sustituye por Euskal Herria, como un "proyecto político independentista" para crear un Estado vasco, ha precisado el catedrático.

Por ello, no es aceptado por todos y "los no nacionalistas prefieren utilizar Euskadi", mientras que el himno oficial "apenas es conocido y es más popular el 'Gernikako arbola'".

A su juicio, el vasco es "muy distinto" a los nacionalismos catalán o gallego, con los que le une su "confrontación y oposición a España".

Estos dos -dice- tienen un componente lingüístico y cultural, mientras que el vasco, por Sabino Arana, ha sido "racial y religioso, las esencias de la nación vasca".

Para el catedrático, el nacionalismo vasco es "incomprensible" sin tener en cuenta a España, ya que es "una reacción contra España", tanto en la época de Arana como ahora para los radicales, para quienes "ha sido el enemigo a batir para conseguir un Estado vasco independiente".

Sin embargo, para el PNV actual el nacionalismo es "Euskadi sin España" y "les gustaría puentear a España y enlazar directamente con Europa".

A diferencia de catalanes y gallegos, que contaban con un día para conmemorar su identidad -el 11 de septiembre los catalanes y el 25 de julio los gallegos-, los vascos tuvieron que improvisar una fecha. Así nace el Aberri Eguna el Domingo de Resurrección de 1932, para conmemorar "las bodas de oro del descubrimiento del nacionalismo" por Sabino Arana, padre del PNV, cuando era apenas un adolescente en 1882, según De la Granja.

Hasta hace unos años y con Patxi López como lehendakari, agrega, no se aprobó que la fiesta de la comunidad fuera el 25 de octubre, aniversario de la aprobación en referéndum del Estatuto, mientras que el Aberri Eguna se ha quedado como un símbolo "exclusivo" de los nacionalistas, del que no participan los no nacionalistas.

Con la bandera también hay diferencias, ya que la ikurriña es asumida por todos, mientras que en Cataluña y Galicia la bandera oficial es cuestionada por los sectores más radicales independentistas, que optan por otras con estrellas, para reflejar su reivindicación de un estado.

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