La impotencia de la Autoridad Palestina frente al desespero de los jóvenes

  • Tres meses después de que estallara una ola de violencia que hizo temer una tercera Intifada, la Autoridad Palestina no ha podido satisfacer ninguna de las reivindicaciones de unos jóvenes sin perspectivas de futuro ni obtener réditos políticos, según expertos.

Los jóvenes han pagado un elevado precio desde el inicio del actual ciclo de violencia el 1º de octubre pasado.

La gran mayoría de los 140 palestinos muertos bajo las balas de las fuerzas de seguridad israelíes tienen menos de 35 años.

"Los jóvenes no tienen ningún horizonte político y sufren la crisis económica y el desempleo", explica a la AFP Ghassan Khatib, vicepresidente de la universidad palestina de Bir Zeit.

"Los dirigentes son incapaces de satisfacer las demandas políticas y económicas" de una generación que creció con los acuerdos de Oslo, firmados hace 22 años, la continuación de la colonización israelí y las divisiones palestinas.

La Autoridad Palestina, instalada por los acuerdos de Oslo a la espera de un futuro estado palestino, que cada vez más lejano, perdura pero cada vez va peor.

La Autoridad depende de la ayuda internacional y es "débil políticamente debido a la falta de elecciones", agrega Khatib.

Los Territorios Palestinos no celebran elecciones desde hace 10 años debido a la divisiones entre las distintas tendencias, sobre todo con Hamas en el poder en la Franja de Gaza.

La política palestina "está en un callejón sin salida y es incapaz de renovarse", opina Khatib, ex ministro y analista político.

Sorprendida por la movilización de la juventud, la Autoridad Palestina dejó en un primer momento que la multitud manifestara frente a los retenes militares israelíes.

Pero, tras "la visita del secretario de Estado norteamericano John Kerry, la seguridad palestina prohibió nuestras manifestaciones", cuenta Seif al Islam Daghlas, del consejo estudiantil de Bir Zeit.

Sin embargo, a cambio de la desmovilización, la Autoridad no obtuvo nada de la comunidad internacional, más preocupada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) o la ola de migración hacia Europa.

En 1993 los acuerdos de Oslo pusieron fin a la primera Intifida (levantamiento en árabe) y, 12 años después, la segunda Intifada desembocó en nueva negociaciones.

Esta vez la efusión de sangre no volvió a encarrilar el proceso de paz.

Para algunos, lo que se necesita ahora es un electrochoque, como la disolución o el derrumbe de la Autoridad Palestina.

"Debemos impedir el derrumbe de la Autoridad Palestina en la medida de lo posible, pero debemos prepararnos a esa eventualidad", dijo el lunes pasado el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, según el diario israelí Haaretz.

La Autoridad "es apenas una municipalidad que aporta servicios, se convirtió en algo inútil", afirma categórico Mohammed Chtayyeh, dirigente del Al Fatah, el partido del presidente palestino Mahmud Abas.

Si Israel la empuja al fondo del abismo imponiendo cada vez más restricciones, "no dejaremos caer una lágrima", dice.

"Al final de cuentas, el verdadero jefe de Cisjordania es el gobierno militar israelí", sostiene Chtayyeh.

Los acuerdos de Oslo dividieron los Territorios Palestinos en tres zonas. La Autoridad Palestina sólo controla la zona A, apenas el 17% de Cisjordania.

Khatib considera que la ocupación israelí es el principal problema pero también reconoce problemas internos.

"La credibilidad de la Autoridad está en juego" debido a que apostó a la acción diplomática y a las negociaciones, pero "esa estrategia fracasó".

Cada vez hay más voces que piden volver a la lucha armada. Según un reciente sondeo, dos palestinos de cada tres piensan que la acción violenta dará más réditos a la causa palestina que las negociaciones de estos últimos 25 años, señala Khalil Chikaki, responsable de la encuesta de opinión.

Los partidarios de una escalada de la violencia encontrarán en su camino a la Autoridad Palestina, pero sólo en los territorios que ella controla.

En los territorios bajo autoridad israelí las manifestaciones continúan y un incidente ligado a la represión podría llevar a que se transformen en un nuevo levantamiento armado, consideró.

sbh/lal/feb.zm/eg

Mostrar comentarios