La inmigración contada desde otro punto de vista en la obra "Quijotadas"

  • Tienen nombres como Mohamed, Seydina, Khadim o Seidou, pero en el escenario, todos se convierten en Don Quijote. Ellos son los protagonistas de la obra teatral "Quijotadas", que se estrena hoy en Madrid y se representará hasta el próximo 17 de noviembre en el Teatro Español.

Madrid, 11 nov.- Tienen nombres como Mohamed, Seydina, Khadim o Seidou, pero en el escenario, todos se convierten en Don Quijote. Ellos son los protagonistas de la obra teatral "Quijotadas", que se estrena hoy en Madrid y se representará hasta el próximo 17 de noviembre en el Teatro Español.

Presentada por la compañía Mirage Teatro, "Quijotadas" pone rostro y voz al drama de la inmigración, haciendo una comparación entre esta y la novela de Miguel de Cervantes.

Sobre las tablas no veremos a actores profesionales, sino a un grupo de inmigrantes subsaharianos, sin experiencia como intérpretes, pero con muchas historias que contar.

Esta iniciativa tiene su germen en un taller teatral del barrio de Lavapiés, explica Miguel Oyarzun, uno de los directores de la obra, en una a Efe.

En el proceso de creación del libreto, a los actores se les iban contando escenas de "El Quijote", y a partir de ahí, "buscaban paralelismos con sus propias experiencias".

El resultado es un viaje en el que se muestran momentos y vivencias difíciles, pero también ilusiones y sueños, como los que movían al "caballero de la triste figura".

"El Quijote cree que el mundo es de una manera y se encuentra con una realidad completamente distinta y mucho más cruda", recuerda Oyarzun, comparando este aspecto con lo que encuentran los inmigrantes al llegar a España.

Además, el director sostiene la idea de que, en muchas ocasiones, las noticias que vemos en la televisión sobre inmigración son "sensacionalistas" y no se profundiza en la historia que hay detrás de cada una de las personas que deciden irse a otro país con la esperanza de encontrar una vida mejor.

Por ello, para los espectadores "Quijotadas" supone "una bofetada de realidad", afirma Isla Aguilar, de la compañía Mirage Teatro.

"Hay momentos en el que el público se está riendo y a la vez se está quedando congelado por dentro", indica la productora, mientras señala, junto con Oyarzun, que también hay un hueco para la comedia, al igual que ocurre en la novela.

Los actores coinciden en que la reacción de los espectadores es muy positiva. "Al público le encanta lo que hacemos", señala Khadim Barro, uno de los "quijotes", que coincide con sus compañeros a la hora de decir que los inmigrantes últimamente viven una situación aún más complicada, debido al endurecimiento de los controles por parte de los cuerpos de seguridad.

La experiencia ha "cambiado completamente" a la compañía, según Aguilar. Este cambio también lo ven en la gente que acude al teatro, como han podido comprobar en sus actuaciones anteriores.

"La gente no sale de la sala del teatro siendo la misma persona", indica Aguilar, quien piensa que "Quijotadas" cumple una función importante, "despertar al ciudadano" y que este "vaya siendo consciente de las cosas".

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