París, 11 mar.- El Tribunal Supremo de Francia desestimó hoy el recurso presentado por el expresidente Nicolas Sarkozy para que las investigaciones judiciales no puedan utilizar unas agendas que le fueron confiscadas y que podrían implicarle en varios casos judiciales.
Esas agendas le fueron confiscadas durante la investigación sobre un presunto abuso de debilidad de la multimillonaria dueña de L'Oreal, Liliane Bettencourt, que pudo haber financiado ilegalmente parte de la campaña que en 2007 llevó a Sarkozy a la Presidencia francesa.
Sarkozy entiende que el artículo 67 de la Constitución señala que el jefe del Estado "no puede ser objeto de ninguna acción, acto de información, de instrucción o de diligencias judiciales" durante su mandato, por lo que esas agendas no tendrían validez legal.
Sin embargo, el tribunal no entró en esa cuestión jurídica y consideró que como se retiraron los cargos contra Sarkozy en el llamado "caso Bettencourt", su recurso carece de sentido.
Esas agendas, que podrían implicar al expresidente conservador en otras investigaciones, podrán seguir utilizándose como prueba hasta que, en el marco de otra investigación, un imputado cuestione su uso señaló el abogado de Sarkozy, Patrice Spinosi.
Según la interpretación de ese letrado, el tribunal no llegó a entrar en el fondo de la cuestión porque "no presentaba interés" ya que Sarkozy ya no está imputado en esa investigación.
El abogado subrayó que los magistrados tomaron su decisión "con total imparcialidad e independencia", a pesar de que la semana pasada se supiera que la Justicia investiga a Sarkozy por presunto tráfico de influencias por supuestas presiones a un juez en este caso particular.
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