La líder renana pide responsabilidad política del alcalde en la tragedia de Duisburgo

  • Berlín.- La primera ministra del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, apremió al alcalde de Duisburgo a asumir su responsabilidad en la tragedia de la Loveparade, mientras el aludido niega haber firmado el permiso para la multitudinaria fiesta en la que murieron 21 personas.

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Berlín.- La primera ministra del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, apremió al alcalde de Duisburgo a asumir su responsabilidad en la tragedia de la Loveparade, mientras el aludido niega haber firmado el permiso para la multitudinaria fiesta en la que murieron 21 personas.

"El alcalde de Duisburgo y los responsables de la alcaldía deberán asumir su responsabilidad política en lo ocurrido", afirmó Kraft, del Partido Socialdemócrata (SPD), en declaraciones que publica hoy "Rheinische Post", diario regional renano.

El aludido, Adolf Sauerland, sostiene desde el populista "Bild" que él no firmó la autorización a la fiesta, puesto que ello no le corresponde como alcalde, sino que lo hizo "uno" de sus "mejores colegas", sin citar nombre alguno.

Sauerland, de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), que preside Angela Merkel, y en el foco de las críticas por su presunta responsabilidad en lo ocurrido, se ha negado hasta ahora a dimitir, pese a las fuertes presiones sobre él, por considerar que actuó de acuerdo a lo establecido.

Un dossier policial, basado en informes aún provisionales de la investigación y presentado ayer por el ministro renano de Interior, Ralf Jäger, responsabilizaba en primera línea a los organizadores, Lopavent, propiedad del empresario de una cadena de clubes de 'fitnes', Rainer Schaller.

Jäger afirmó que, según esos informes, los organizadores no se atuvieron a las medidas de seguridad prescritas, abrieron más tarde de lo previsto el recinto para la fiesta y provocaron con ello el primer gran atasco en los accesos.

El ministro renano insistió en que todo ocurrió dentro del recinto y por tanto era responsabilidad del organizador, que además alertó a la policía cuando la situación ya estaba fuera de control.

Por parte policial se ha apuntado que se advirtió repetidamente contra la celebración de la fiesta en ese recinto y se argumentó también que Duisburgo no estaba preparada para acoger un festival de tal magnitud.

La pregunta en los medios alemanes es por qué, de existir tales advertencias, se firmó la autorización de una fiesta que en ediciones anteriores ya había superado el millón de asistentes.

Algunos medios, como "Spiegel" y "Süddeutsche Zeitung", han apuntado a que Sauerland quería sí o sí que la Loveparade se celebrara en su ciudad por la proyección internacional que ello daría a Duisburgo.

El alcalde, que el pasado domingo sufrió un conato de agresión al personarse en el lugar de la tragedia, no asistirá por razones de seguridad a los funerales del sábado en Duisburgo, a los que asistirá Merkel y el presidente Christian Wulff, asimismo de la CDU.

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