La malnutrición podría agravarse en Malí según Acción Contra el Hambre

Madrid, 26 feb.- Acción Contra el Hambre ha alertado del riesgo de que la crisis humanitaria por malnutrición en Malí se agrave, según ha explicado hoy Helena Valencia, coordinadora del equipo de emergencias de esta ONG, quien no obstante ha destacado la falta de datos concretos y de medios.

"El principal temor del conflicto es que la crisis nutricional", que suele abarcar a un 10 % de la población habitualmente, puede verse aumentada "a cifras mucho más altas", ha explicado la coordinadora.

Sin embargo, ha continuado, debido a la presencia de grupos armados y los problemas de desplazamiento no han podido "hacer encuestas, ni obtener datos de producción de cereales, aunque parece que ha sido buena, o saber los efectos que ha causada la plaga de la langosta".

Además, otro problema que ha aumentado el riesgo de malnutrición, ha explicado Valencia, es "el cierre de las fronteras con Argelia, Mauritania y Níger" donde especialmente en el caso del primero "es la vía normal de acceso de alimentos a un precio asequible".

Esto ha provocado que "no haya disponibilidad de alimentos en el mercado, suban los precios, disminuya la producción y haya mucha más demanda, especialmente de productos básicos como cereales o carburantes".

El número de refugiados desde el comienzo de la intervención francesa (Operación Serval) que se produjo el pasado 11 de enero ha provocado 15.000 nuevos desplazados interiores que se unen a los 200.000 que han huido fuera del país.

Sin embargo, según ha explicado la coordinadora, el problema para identificar a la denominada "población invisible" es que "no se ha podido hacer un censo ya que no existe la obligación de que los desplazados se registren ni hay ayudas específicas para ellos con lo que es difícil dirigir un programa de asistencia".

En lo que respecta a España, Helena Valencia ha destacado el compromiso del Gobierno español tras la reciente visita del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, al país, de desbloquear la ayuda al desarrollo congelada desde el golpe de estado que se produjo el pasado marzo de 2012.