La oit advierte de que la reforma laboral no desincentiva lo suficiente el uso del despido improcedente


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que la reforma laboral aprobada por el Gobierno no desincentiva de forma suficiente el uso por parte de las empresas del despido improcedente.
En un estudio realizado sobre la economía española titulado “Crecimiento con equidad”, la organización internacional reclama al Ejecutivo “más ajustes” en los procedimientos de despido para evitar que los empresarios sigan recurriendo a la modalidad improcedente.
El informe muestra que antes de la reforma las empresas estaban dispuestas a pagar 45 días por año trabajado a un empleado al que despiden con el fin de ahorrarse los riesgos y los costes asociados a tener que probar que la decisión es “procedente”.
Uno de los objetivos de la reforma era reducir los costes entre el empleo temporal y el indefinido, para lo que aumentó hasta los 12 días la indemnización de los empleados temporales.
Sin embargo, la OIT advierte de que si los empresarios siguen utilizando el despido improcedente, cuya indemnización se ha reducido a los 33 días, la brecha entre los contratos fijos e indefinidos será de 21 días, por lo que “el atractivo de los temporales se ha reducido sólo moderadamente”.
La razón por la que la OIT considera que los empresarios seguirán optando por el despido improcedente, es que pueden considerar como “ambigua” la ampliación de la definición de las causas económicas que justifican el cese del trabajador, lo que les llevaría a seguir evitando los procesos judiciales.
Así, la OIT insta al Gobierno a que tome medidas para agilizar los procedimientos judiciales y administrativos, con el objetivo de animar al uso de los despidos procedentes por parte de los empresarios.
REFORMA AMBICIOSA
Por otro lado, el informe señala que, aunque es “demasiado pronto para evaluar su eficacia”, la reforma laboral aprobada por el Gobierno es “la más ambiciosa de la historia reciente de España” y añade que “en buena medida va en la dirección correcta”.
Asimismo, el estudio señala que España ha sido “especialmente vulnerable a la crisis económica y financiera”, y añade que tuvo “efectos severos” sobre la magnitud y la duración de la caída del PIB.
En cuanto a la recuperación, la OIT sostiene que el crecimiento “permanece débil”, pero destaca que hay “signos alentadores” en términos de demanda externa y “de la composición de la creación de empleo”.
El informe también analiza el diseño del fondo de capitalización de los trabajadores que sufragará parte de la indemnización por despido y que está siendo diseñado por un grupo de expertos.
La OIT advierte de que si el coste de este fondo se sufraga con las aportaciones de las empresas, en vez de suponer un incentivo a la contratación, lo que provocaría sería un incremento del coste laboral.
“Aún cuando el coste del despido se reduce en el momento de la extinción del contrato, el coste laboral efectivo sería más alto”, señala el estudio.
También se refiere al gasto en políticas de empleo y reclama una revisión de las subvenciones a la contratación, ya que considera que su aplicación es “demasiado amplia”, lo que “plantea dudas sobre su eficacia”.
En este sentido, el organismo internacional reclama un trasvase de fondos de estos incentivos a la contratación hacia los servicios públicos de empleo.
La OIT considera que la elevada tasa de paro en España supone “el principal obstáculo” para mejorar la intermediación de los servicios públicos de empleo y para que el personal pueda proporcionar atención personalizada a los parados.
Así, subraya que “para abordar estos retos y obtener mejores resultados en el mercado laboral, se requiere un desplazamiento de recursos desde los incentivos económicos a los servicios públicos de intermediación”.

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