La onu alerta de que 22 países, 17 de ellos africanos, sufren crisis prolongadas


Un total de 22 países se enfrentan a grandes dificultades como crisis alimentarias repetidas y una incidencia del hambre extremadamente alta por una combinación de calamidades naturales, conflictos y debilidad de las instituciones.
Estos países sufren lo que se denomina crisis prolongada, según indicaron este miércoles la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en su informe sobre el hambre "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2010".
Los Estados que forman esta lista son Afganistán, Angola, Burundi, Chad, Corea del Norte, Costa de Marfil, Eritrea, Etiopía, Guinea, Haití, Iraq, Kenia, Liberia, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tayikistán, Uganda y Zimbabue.
Este informe se complementa con lo anunciado el pasado 14 de septiembre por ambos organismos de la ONU de que 925 millones de personas en el mundo sufren hambre crónica, lo que supone un descenso de 98 millones con respecto a los 1.020 millones del año pasado, atribuido a las mejores perspectivas económicas en 2010 y al descenso de los precios alimentarios desde mediados de 2008.
Por primera vez, la FAO y el PMA ofrecen una definición clara de crisis prolongada y consideran países en esta situación a los que han atravesado una crisis alimentaria durante ocho o más años entre 2001 y 2010, reciben más del 10% de la ayuda extranjera en forma de asistencia humanitaria y se encuentran en el elenco de países de bajos ingresos y déficit de alimentos.
El informe de la FAO y el PMA señala que el hambre crónica y la inseguridad alimentaria son las características más comunes en una crisis prolongada y que el porcentaje de personas malnutridas en los países que afrontan estos problemas complejos supera de media tres veces al de otros países en desarrollo.
En este sentido, en los países que sufren crisis prolongadas viven 166 millones de personas malnutridas, cerca del 20% del total mundial, y más de un tercio de la globalidad si se excluyen del cálculo países de gran tamaño como China e India.
"CÍRCULO VICIOSO"
El director general de la FAO, Jacques Diouf, y la directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran, señalan en el prólogo del informe que, "en vista de la gran cantidad de obstáculos a los que se enfrentan, no resulta sorprendente que estas crisis prolongadas se transformen en un círculo vicioso que se autoperpetúa".
"Representan amenazas continuadas y graves para las vidas y los medios de subsistencia y, a medida que pasa el tiempo, recuperarse de ellas puede ser cada vez más difícil", añaden.
El informe indica que cerca de la asistencia humanitaria abarca cerca del 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo en el mundo, pero este porcentaje se eleva en los países con crisis prolongadas, como en Somalia (64%) o Sudán (62%).
Por último, la FAO y el PMA piden un replanteamiento de la asistencia a los países con crisis prolongadas y abogan por soluciones a largo plazo, con el fin de lograr mejoras sostenidas en la capacidad productiva de los países vulnerables y fortalecer su capacidad de resistencia ante los impactos.

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