La primera ministra australiana renueva su Gabinete tras crisis de liderazgo

  • La primera ministra australiana, Julia Gillard, renovó hoy su Gabinete tras derrotar el lunes al extitular de Exteriores Kevin Rudd en una votación para resolver la crisis de liderazgo en el seno del Partido Laborista.

Sídney (Australia), 2 mar.- La primera ministra australiana, Julia Gillard, renovó hoy su Gabinete tras derrotar el lunes al extitular de Exteriores Kevin Rudd en una votación para resolver la crisis de liderazgo en el seno del Partido Laborista.

En una rueda de prensa, Gillard anunció en Camberra que el veterano político Bob Carr, otrora jefe de gobierno de Nueva Gales del Sur (1995-2005), reemplazará a Rudd en el cargo de ministro de Exteriores.

Carr también asumirá el escaño en el Senado que dejó vacante Mark Arbib, uno de los aliados de Rudd que renunció a sus labores de legislador y ministro de Deportes tras la votación del lunes.

Gillard también indicó que el ministro de Comercio, Craig Emerson, seguirá como ministro interino de Exteriores hasta que Carr asuma su cargo en el Senado.

La designación del cargo como jefe de la diplomacia australiana estuvo esta semana empañada por especulaciones en torno al supuesto veto de los legisladores laboristas con cargos gubernamentales a Carr, según la emisora local ABC.

La primera ministra mantiene en sus puestos al tesorero federal, Wayne Swan, y a la fiscal general, Nicola Roxon, así como a los titulares de Inmigración, Chris Bowen, y Defensa, Stephen Smith.

Asimismo Robert McClelland, otro de los legisladores que expresaron públicamente su simpatía por Rudd, dejará el cargo como titular de Misterio de Gestión de Emergencias.

La gobernante australiana también anunció hoy otros cambios en ministerios periféricos que incluyen la designación del secretario laborista en el Legislativo David Bradbury como asistente del Tesorero y la senadora Kate Lundy en la cartera de Deportes y Asuntos Multiculturales.

Gillard fue reelegida el lunes pasado como líder laborista en una votación que la enfrentó a Rudd, a quien desbancó de los cargos de líder del partido y de primer ministro en 2010 tras una revuelta en el seno de su formación.

Rudd renunció el 22 de febrero al cargo de ministro de Exteriores desde Washington por considerar que había perdido la confianza de Gillard y por ataques de algunos de sus correligionarios.

Tras la votación del comité ejecutivo del Partido Laborista, Rudd anunció que se replegaba a sus funciones como legislador sin cargo en el Ejecutivo y se comprometió a trabajar para conseguir la reelección de Gillard en los próximos comicios.

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