La sede del servicio secreto británico a los ojos de todos

Cómo si del propio James Bondse tratara The Times ha conseguido adentrarse entre los secretos mejor guardados de Reino Unido. El medio británico ha tenido acceso a la fuente de todos los espionajes de Gran Bretaña.

Pura coincidencia o no, The Times ha conseguido acceder a la organización más secreta de Reino Unido un día después de la presentación de la película del agente secreto británico más conocido, James Bond. Un hecho sin precedentes que será muy difícil de volver a ver. The Times muestra desde dentro la sede de espionaje del GCHQ así como las oficinas de alto secreto de Londres. Pero no sólo eso, sino que el medio también ha tenido acceso a la famosa "jaula".

En las entrañas más profundas del GCHQ se encuentra una máquina de metal gris, su apariencia es como la de una nevera grande, sin embargo en su interior lo que encontramos son los códigos de cifrado del gobierno británico, la parte más secreta de la sede, las "llaves" criptográficas de alta tecnología que protegen todas las comunicaciones gubernamentales secretas. "La jaula", es el lugar más seguro de toda la sede. El conjunto de maquinas de espionaje del país está valorado en 2 millones de libras.

Todo esto mientras el Parlamento se dispone a debatir una legislación innovadora sobre el futuro de espionaje en la era digital, y más aún cuando Reino Unido podría ampliar sus negocios con China, a la que siempre se le ha acusado de espiar muy de cerca a sus socios mercantiles.El GCHQ una ciudad autosuficiente

No es solo el lugar en el que se guardan los secretos de Reino Unido, sino que también podría catalogarse como una ciudad autosuficiente. Más de 5.000 personas trabajan dentro de un edificio conocido popularmente como "el buñuelo", por su forma circular. Dentro cuentan con sus propios agentes de policía del Ministerio de Defensa, los cuales patrullan sus perímetros, su propio gimnasio, equipo de fútbol, tienedas y restaurantes. Todo es poco para asegurar que sus empleados no tengan la más mínima necesidad de contar que "se cuece" dentro del buñuelo.