La tortura ya no es política del Estado de Honduras, según ombudsman

  • El Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Ramón Custodio, dijo hoy que la tortura que se aplicaba en los años 80 en el país, ha dejado de ser una política de Estado.

Tegucigalpa, 6 jul.- El Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Ramón Custodio, dijo hoy que la tortura que se aplicaba en los años 80 en el país, ha dejado de ser una política de Estado.

"Aunque se dan casos aislados, puedo decir que la tortura ha dejado de ser una política del Estado hondureño", indicó Custodio en un comunicado.

En aquellos años de la tortura en Honduras por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, Custodio era presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (Codeh, privado), desde el que hacía una denuncia permanente sobre las múltiples violaciones a las garantías individuales que se cometían en el país.

Muchos hondureños incluso se salvaron de ser víctimas de la represión por las denuncias del Codeh, cuya sede fue víctima de varios atentados.

Custodio, quien como presidente del Codeh también recibió múltiples amenazas de muerte, recordó hoy que "en los años 80 hubo una política de Estado, donde a las personas se les detenía para investigar y se les torturaba durante el interrogatorio".

El ombudsman hondureño indicó que "una práctica muy frecuente en la policía hondureña era semiasfixiar a los detenidos mediante el uso de la 'Capucha' y la aplicación de descargas eléctricas en los genitales y otras partes del cuerpo, además que les arrancaban, de tajo, las uñas con navaja".

"Otra forma de tortura era mantener desnudos a los detenidos y bañarlos con agua helada durante la noche para no dejarlos dormir", indicó Custodio.

Actualmente, según Custodio, en el país ya hay instancias estatales y de la sociedad civil en estricta vigilancia para evitar que se cometan actos de tortura en contra de las personas.

"Hay una estricta vigilancia para que no se repitan los hechos que se cometían en los años 80, cuando la Policía torturaba a las personas detenidas", reiteró.

El comisionado recordó que un informe de entre 1980 y 1989 establece que más de 700 personas denunciaron ser objeto de torturas por los entes represivos del Estado, particularmente por la desaparecida Dirección Nacional de Investigaciones (DNI) y miembros del 3-16, un cuerpo especializado del Ejército.

El 3-16, también conocido "Batallón de la muerte", fue organizado por argentinos, estadounidenses y nicaragüenses, que enseñaron a las autoridades hondureñas a aplicar torturas a los prisioneros y desaparecer a las personas, agrega Custodio en el comunicado.

La tortura era practicada cuando las personas habían sido arrestadas sin la correspondiente orden judicial o por haber vencido el plazo legal de 24 horas sin haber sido presentada ante un juez.

Custodio indicó que desde marzo de 2006 Honduras asumió el Protocolo Facultativo a la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, un instrumento de las Naciones Unidas.

Tanto el Comité Nacional de Prevención contra la Tortura, como las instancias de la sociedad civil y del Estado, son instrumentos eficaces para prevenir e incluso investigar los pocos casos que se dan en el país, acotó el funcionario.

En la actualidad, Honduras vive una agitada ola de violencia que a diario deja un promedio de 20 homicidios, pese a las múltiples operaciones de seguridad que ha puesto en práctica el Gobierno que preside Porfirio Lobo.

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