La UE condena la violencia en Kosovo y pide que las partes retomen el diálogo

  • La Alta Representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, condenó hoy los violentes incidentes ocurridos en el norte de Kosovo en los últimos días y pidió a las partes implicadas que retomen el diálogo.

Bruselas, 28 jul.- La Alta Representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, condenó hoy los violentes incidentes ocurridos en el norte de Kosovo en los últimos días y pidió a las partes implicadas que retomen el diálogo.

"Condeno en los términos más duros la violencia ocurrida en el norte de Kosovo. Estos últimos incidentes son inaceptables", indicó la jefa de la diplomacia europea en un comunicado.

Para la alta representante de la UE "Belgrado y Pristina tienen la responsabilidad de desactivar las tensiones y restablecer la calma y seguridad".

Ashton recordó que "la violencia nunca será tolerada y las acciones unilaterales no son la manera de avanzar".

Asimismo, indicó que ha conversado con el presidente serbio, Boris Tadic y con el primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, a quienes ha expresado en nombre de la UE su preocupación y les ha pedido que "retomen el diálogo y resuelvan las cuestiones pendientes sin ningún retraso".

La alta representante de la UE apoyó los esfuerzos de EULEX (la misión policial de la Unión Europea en Kosovo) y de las KFOR en la zona.

Las fuerzas especiales de la Policía kosovar, que ocuparon el lunes dos pasos fronterizos con Serbia, se han retirado de la zona, aunque se mantiene la tensión tras un tiroteo entre los agentes y la población serbia de la localidad de Zupce, operación en la que falleció un policía kosovar.

El despliegue fue justificado por el Gobierno de Pristina para aumentar el control aduanero, después de que Kosovo prohibiera la pasada semana la importación de mercancías serbias en respuesta al veto a sus productos impuesto por Serbia, que no reconoce la soberanía de su exprovincia ni sus símbolos estatales, como los sellos aduaneros.

Pese a la prohibición, las mercancías serbias habían seguido entrando por los pasos fronterizos del norte de Kosovo, donde se concentra la mayoría de población serbia, que sigue fiel a Belgrado.

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