Lisboa, 19 oct.- La Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) de Portugal no respaldará la huelga general convocada en su país el 14 de noviembre -que coincide con la de España-, pero medita organizar un paro ese mismo día solo para el sector público.
En declaraciones a EFE, el presidente de UGT, Joao de Deus, confirmó que su sindicato no se replanteará el apoyo a la huelga de Portugal, a pesar de que en la de España sí participará la UGT de aquel país.
Para el sindicalista, el paro convocado hace tres semanas por la comunista Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, el sindicato mayoritario del país) es "sectario" y tiene metas distintas a las de la UGT lusa, el segundo mayor con cerca de 500.000 afiliados.
"En España tienen otros objetivos. Los de la CGTP son derribar el Gobierno y rasgar el acuerdo con la troika", refirió De Deus, en alusión a los compromisos económicos contraídos por Portugal con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un rescate financiero de 78.000 millones de euros.
De Deus, que tuvo contactos con UGT España recientemente en Bruselas, se lamentó de la forma unilateral que convocó la huelga la lusa la CGTP, que llama a los portugueses a un paro general por cuarta vez en los dos últimos años.
El dirigente, no obstante, recordó que la UGT ya respaldó dos de esas huelgas, en noviembre de 2010 -cuando estaba en poder el socialista José Sócrates- y en el mismo mes de 2011, ya con el centro-derechista Pedro Passos Coelho como primer ministro.
De Deus desveló, no obstante, que decidirá la próxima semana si convoca una huelga el mismo día 14 únicamente dirigida a movilizar a los trabajadores del sector público, una de las áreas más castigadas por las duras medidas de austeridad del Ejecutivo conservador.
Entre los planes del proyecto de Presupuestos del 2013, figuran una drástica reducción de los funcionarios públicos en Portugal, un país de 10,5 millones de habitantes con un total de 663.167 trabajadores en las administraciones central y locales, según datos del 2011.
Así, el Gobierno de coalición planea prescindir progresivamente de 44.000 funcionarios los próximos años.
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