Sídney (Australia).- Los primeros centros electorales de Australia han cerrado sus puertas, mientras un sondeo a pie de urna apunta una ligera ventaja del Partido Laborista de la primera ministra, Julia Gillard.
El citado sondeo hecho por el canal de televisión Sky News da a los laboristas el 51 por ciento de los votos, y un 49 por ciento a la coalición formada por los partidos Libera Nacional, que encabeza el líder de la oposición, Tony Abbott.
Han cerrado ya los colegios de Queensland, Nueva Gales del Sur, Victoria y Tasmania, a las 08.30 GMT lo harán los de Australia del Sur y el Territorio del Norte, y dos horas más tarde aquellos ubicados en Australia Occidental.
La poca diferencia que arrojan las últimas encuestas de opinión ha hecho que tanto Gillard, como su contrincante, el candidato de la oposición conservadora, Tony Abbott, hicieran campaña hasta el último minuto.
Ambos empezaron la jornada en Sídney, cuyas circunscripciones del oeste pueden convertirse en claves para el resultado, ya que ninguna de las dos principales fuerzas políticas cuentan con un substancial apoyo del electorado.
Tanto Gillard como Abbott detuvieron la campaña unos minutos para dedicar unas palabras a la muerte, ayer, de otros dos soldados australianos en un atentado en Afganistán.
A pesar de que 20 soldados australianos han muerto en Afganistán desde 2001, siete de ellos en enfrentamientos con talibanes o en atentados con bomba, el despliegue militar en ese país y la política exterior en general no han sido asuntos destacados durante la campaña electoral por ser un asunto no controvertido entre los dos principales partidos.
Según la Comisión Electoral Australiana, se ha registrado una notable participación en todo el país, donde el voto es obligatorio y no acudir a las urnas conlleva el pago de una multa de 50 dólares.
El escrutinio de votos comenzará inmediatamente después del cierre de cada centro, y el resultado oficial se prevé que puede conocerse en las próximas horas, a menos que la pugna entre Gillard y Abbott sea tan reñida que requiera el recuento de los votos postales o un nuevo recuento.
Un total de 1,8 millones de electores votaron por correo, lo cual representa un 12,5 por ciento de los más de 14 millones de votantes registrados, y puede ralentizar el recuento, que no se prevé finalice completamente hasta dentro de unas dos semanas.
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