Las bases de 'Podemos': la dimisión de Monedero, necesaria para recuperar el voto

    • Consideran que el hasta ahora "número tres" debe seguir siendo útil, pero al margen de las estructuras del partido.
    • Le afean el "caso Hacienda" y su estrecha vinculación con el régimen venezolano. Reclaman más poder para los círculos.
El exsecretario de Programa de Podemos, Juan Carlos Monedero.
El exsecretario de Programa de Podemos, Juan Carlos Monedero.

La revolución interna abierta en Podemos con la salida de su número tres, Juan Carlos Monedero, ha dejado aún más evidencia lo que ya era un clamor: que la estrategia a seguir en el partido ha provocado una profunda división entre sus máximos dirigentes. Podemos se debate en estos momentos en continuar con la línea de moderación que se ha ido perfilando en los últimos meses o bien recuperar algunas de las esencias que lo marcaron como movimiento. La primera línea es defendida con firmeza por quien en estos momentos coordina los trabajos de elaboración de programa, Íñigo Errejón-responsable en su momento de la campaña europea. La segunda, por el propio secretario general, Pablo Iglesias- partidario en su día por suavizar el mensaje- y también por Monedero. El viraje de estrategia se reclama con insistencia desde las secciones más críticas de la formación, la que representan Anticapitalistas, y los círculos más activos en política nacional.

Según lo anunciado, el partido revelará este martes su documento marco para las elecciones autonómicas. Un programa que, tal y como avanzó Errejón, será una avanzada de lo que vendrá después para las generales. Los sucesivos aplazamientos en la presentación de este programa levantaron ya hace días los rumores sobre el debate interno que calentaba a la formación y que provocaba acaloradas discusiones entre los partidarios de mantener un perfil más bajo y los proclives a incluir algunas de las medidas estrella de los comienzos. La dirección negó entonces la mayor y justificó los retrasos en el diseño de una hoja contable, el documento económico que acompañaría a cada una de las medidas para demostrar su viabilidad. Los aplazamientos, en cambio, dejaron al partido en una situación de clara improvisación.

Hasta el momento, los dirigentes han tratado de dosificar con cuentagotas las posibles medidas que incluirá finalmente el documento. Incluso la renta básica, una de las medidas que genera más debates a nivel interno y también entre las bases ha sido versionada en múltiples ocasiones: de un pago universal para todo ciudadano por el "mero hecho de serlo", a una renta condicionada al nivel de ingresos e, incluso, según las últimas declaraciones de Errejón, a la edad de sus beneficiarios. El secretario de Política de Podemos dejó entrever la semana pasada la posibilidad de limitar esta renta a jóvenes y mayores de 50 años, los colectivos más vulnerables a la crisis económica. También entonces, Errejón explicó que la formación no pretendía revisar "el régimen del 78", sino abrir un "proceso de transformación política y social". Una clara negación de la esencia más radical de su partido.

La necesidad de moderar los planteamientos es compartida también en el sentir mayoritario de las bases, más pragmáticas en un momento de claras incertidumbres electorales. Con un Podemos encallado y en riesgo de perder músculo, y con Ciudadanos en claro despegue, los simpatizantes consideran que la dimisión de Monedero puede dar un aire necesario para que la formación recupere empuje.

"Quizás esto beneficie a la hora del voto, que de momento es lo que se necesita", escribe un usuario de Plaza Podemos. "Monedero ha montado esto y hay que estarle eternamente agradecido, pero ya empezaba a restar más que a sumar votos. Yo no quiero partidos como UPyD, que por perpetuarse el mismo en el cargo la gente se le vaya. Se le necesita, pero a un lado, aportando ideas y metiendo caña", opina otro.

La idea de que el ideólogo de Podemos es necesario, al margen de las estructuras de partido, es compartida. "En un partido asambleario personajes como Monedero son imprescindibles, su trabajo de base y sus criticas lo mantienen vivo y su poder y su influencia es mayor que si tiene un cargo", se escribe en la Plaza. Los simpatizantes destacan que su trabajo como crítico al margen de "doctrinas" es necesaria para mantener alerta al partido. Otros, le afean también el caso con Hacienda y su vinculación estrecha con el régimen chavista.

"La gratitud será por la pasta que ha trincado en Venezuela para Podemos, ¿no? ¿Es cierto que se va porque dice que Podemos se comporta como los partidos de la Casta y que se aleja de los valores revolucionarios marxista-leninistas? (…) Al final el tic-tac famoso ha ido haciendo mella en Podemos y muestra a la ciudadanía que no es más que una especie de IU reciclada. Un partido nuevo con ideas pleistocénicas", comparte un crítico simpatizante.

Entre las bases aflora también la necesidad de "recuperar el impulso del 15-M" y, sobre todo, de volver a llenar de poder a los círculos, convertidos en un espacio "residual" de debate político según el documento de principios aprobado en su momento en la Asamblea ciudadana que dio vencedor a Iglesias y su proyecto.

Un usuario habla del "guante subliminal" lanzado por Monedero "reclamando la presencia de los círculos a pie de calle".

"Pasadas las elecciones tienen que dar un giro hacia el modelo Echenique. Hay que dar más peso a los círculos y a la gente. A la larga, y por simple relevo generacional, traerá el cambio político. De momento tenemos demasiados mayores criados con látigo, demasiados propietarios que se creen que van a perder su casa, demasiada gente que no entiende hacia dónde hay que ir...", escribe otro.

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