Las embarazadas no encuentran su sitio en la Guardia Civil

La mujer se incorporó a la Guardia Civil hace algo más de 25 años, aunque el instituto armado aún no se ha adaptado a las características propias de la feminidad. En concreto, después de este tiempo, aún no hay puestos de trabajo específicos para las embarazadas. Así lo denuncia la secretaria de la mujer de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Pilar Villacorta, quien critica que no exista todavía un catálogo de puestos de trabajo para el cuerpo, documento en el que deberían figurar las ocupaciones que debe desempeñar una mujer encinta.

Actualmente, señala Villacorta, las funcionarias que se quedan preñadas están al albur de las decisiones que improvisen sus superiores, quienes pueden ponerlas a desempeñar cualquier tipo de tarea, tenga o no que ver con sus funciones anteriores.

Una sargento del cuerpo, por ejemplo, cuenta a Seguridad y Tribunales que estuvo meses repasando expedientes obsoletos sentada en el filo de una mesa donde antes no trabajaba nadie y al que le habían añadido una silla del pasillo. Una vez que acabó de repasarlos todos y de hacer el respectivo informe sobre ellos, preguntó qué tenía que hacer ahora y su jefe le respondió que volver a empezar.

"Un derecho termina convirtiéndose en una injusticia", señala Villacorta, quien añade que estas mujeres se "frustran", porque ellas saben que "tienen capacidad para trabajar" y lo han demostrado antes. Sin embargo, tras el embarazo se sienten "desaprovechadas".

La portavoz de AUGC explica que el problema más grande en este sentido existe en los puestos rurales, donde realmente no hay sitio donde colocarlas. "En los grandes hay menos inconvenientes, porque siempre hay trabajo burocrático que hacer", añade Villacorta, para quien la creación de un catálogo de puestos de trabajo solucionaría mucho, ya que determinaría los empleos a los que una mujer podría acceder cuando se queda encinta.Tras la baja de maternidad

Se queja de que en 2008 su asociación solicitó poner en marcha un grupo de trabajo para evaluar los puestos, pero la iniciativa no se aprobó. La representante de AUGC considera que el asunto de las embarazadas es "el principal problema que tiene la Guardia Civil", algo que, según dice, se repite cuando la mujer decide incorporarse tras la baja de maternidad.

"Algunas reclaman su derecho a la lactancia cuando se reincorporan al trabajo; es en ese momento cuando la Dirección General vuelve a evaluar la idoneidad de su puesto de trabajo y de nuevo reaparece el mismo problema, que es dónde la colocamos", explica.

Además, continúa, las mujeres sufren un problema añadido, derivado de la ausencia de regulación de la jornada laboral. Para Villacorta, la conciliación es imposible cuando las funcionarias tienen un hijo pequeño. "Nunca saben cuál va a ser su horario, por lo que no pueden siquiera contratar a alguien, porque desconocen cuándo trabajarán los próximos días", señala la portavoz de AUGC, que va más allá e indica que esta es una de las principales causas de baja laboral en las mujeres de la Guardia Civil.

Cuando llegan a esta situación, afirma, "se desesperan y se suelen dar de baja". "Dejan de ser buenas profesionales", añade Villacorta, quien recuerda que en estas situaciones su organización suele interponer contenciosos que duran aproximadamente un año y medio y de los cuales gana el 99%. "En la Guardia Civil, conciliamos a golpe de sentencia", afirma con rotundidad, aunque entristecida, porque, según señala, mientras llega la resolución judicial "el desgaste para ellas es tremendo".

No en vano, actualmente la Dirección General de la Guardia Civil tiene abierta una investigación interna para determinar las causas que llevan a que el absentismo laboral femenino sea el doble que el masculino en el seno del cuerpo. "Tenemos mujeres en varias provincias que en dos años han salido de la institución porque durante el proceso judicial tuvieron problemas en el trabajo que derivaron en traumas psicológicos", asegura.

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