Las escuchas telefónicas a Sarkozy se remontan al pasado mes de septiembre

  • La interceptación de dos teléfonos utilizados por el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, dentro del marco de una investigación judicial abierta sobre la presunta financiación ilegal de su campaña electoral en 2007, se remonta al pasado mes de septiembre, informaron hoy los medios franceses.

París, 12 mar.- La interceptación de dos teléfonos utilizados por el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, dentro del marco de una investigación judicial abierta sobre la presunta financiación ilegal de su campaña electoral en 2007, se remonta al pasado mes de septiembre, informaron hoy los medios franceses.

El Ministerio fiscal inició esa investigación en abril de 2013, y los teléfonos del exjefe de Estado fueron pinchados el 3 y el 19 de septiembre de ese año, precisaron fuentes de la Fiscalía financiera.

Desde ese mismo departamento se añadió que, contrariamente a lo publicado por la prensa en los últimos días, las líneas telefónicas de su abogado, Thierry Herzog, nunca fueron interceptadas o grabadas.

La investigación dentro de la que se incluyen esas grabaciones buscaba esclarecer si la campaña que le llevó a la Presidencia de Francia en 2007 estuvo parcialmente financiada con dinero del entonces dictador libio Muamar el Gadafi.

Esas escuchas, en las que Sarkozy hablaba con su abogado, también sacaron a la luz indicios de otro presunto delito, por tráfico de influencias y por revelación de secretos de sumario, según informó el diario "Le Monde" el pasado viernes.

El rotativo indicó que de esas grabaciones se desprende que el letrado era informado por un magistrado del Supremo de los avances de otro de los casos en los que está implicado el expresidente, el de financiación de la campaña con dinero de la heredera del imperio cosmético L'Oréal, a cambio de ver promocionada su carrera judicial.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, admitió este martes que el Ejecutivo solo estuvo al tanto de esa interceptación el pasado 28 de febrero, dos días después de la apertura de otra investigación judicial por violación de secreto judicial, tráfico de influencias, complicidad y receptación.

Desde el Ejecutivo francés, salpicado en este escándalo por su conocimiento de las escuchas, se subrayó, no obstante, que en ningún momento se les facilitó el contenido de las mismas, y se insistió en la independencia de la Justicia.

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