Las explosiones estelares afectan a la vida submarina de la tierra


La radiación ultravioleta contenida en los destellos y emisiones puntuales de rayos gamma procedentes de explosiones estelares bloquea la fotosíntesis submarina, generadora de gran parte del oxígeno existente en la biosfera.
Así lo demuestra un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Las explosiones estelares, como los destellos de rayos gamma, son los eventos electromagnéticos más luminosos que ocurren en el Universo. En 10 segundos emiten toda la energía que el Sol produce en 10.000 millones de años.
"El campo magnético de la Tierra no le hace resistencia porque no están cargados eléctricamente, y cuando se producen tienen un notable efecto sobre nuestro planeta, tanto a corto como a medio plazo", explica la investigadora del CSIC Susana Agustí, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.
Los efectos a corto plazo de los destellos se manifiestan en forma de auroras boreales, que depositan intensas dosis de rayos ultravioleta en un breve periodo de tiempo.
A medio plazo, las emisiones puntuales de rayos gamma afectan a la capa de ozono y, como consecuencia de ello, también a varios procesos vitales de las células. Uno de estos procesos es la fotosíntesis, que garantiza que la biosfera "secuestre" CO2.
Según explica esta investigadora del CSIC, las emisiones de rayos gamma provenientes de explosiones estelares ocurren con muy poca frecuencia, aproximadamente cada millón de años. "Pero cuando se producen, y además lo hacen en lugares próximos a nuestra galaxia, pueden afectar a la Tierra, sobre todo a los organismos oceánicos, porque tienen menos defensas y son más sensibles", continúa Agustí.
El fitoplancton realiza el 40% de la fotosíntesis total de los océanos, y una especie en concreto, el "prochlorococus marinus", libera el 20% del total del oxígeno existente en la biosfera.
"Los productores primarios oceánicos, como el 'prochlorococcus', constituyen la base de la cadena alimentaria y se encuentran más expuestos a las radiaciones ultravioleta que el resto de las especies oceánicas. Una perturbación masiva en el fitoplancton oceánico podría transmitirse a través de toda la red trófica y llegar a los niveles superiores, así como a través de los efectos de los fenómenos climáticos", añade la investigadora.
Según el estudio, un destello de rayos gamma originado a unos 6.000 años luz de la Tierra puede hacer llegar dosis apreciables de radiación ultravioleta a los 10 primeros metros de profundidad.
"Cuanto más traslúcidas sean las aguas, mayor será la cantidad de radiación. En aguas turbias, los efectos de los rayos podrían notarse hasta los 30 metros de profundidad, y hasta los 75 metros en el caso de las más transparentes", prosiguió.
EXTINCIONES MASIVAS
Según recuerda el CSIC, la influencia de las explosiones estelares no es nueva en la historia de la Tierra.
"Cada vez toma más fuerza la idea de que determinados descensos en la biodiversidad ocurridos en el pasado pudieron quizá haber sido provocados por explosiones estelares, como la extinción masiva del periodo Ordovícico hace unos 450 millones de años. Y, aunque aún es pronto para determinar el grado de impacto exacto de estos fenómenos, ha aumentado dentro de la comunidad científica el número de partidarios de la idea de que las explosiones estelares han tenido y tendrán un rol importante en la evolución biológica", concluye la investigadora Liuba Peñate, de la Universidad Central de Las Villas en Cuba.

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