México, 10 sep.- El líder izquierdista mexicano Andrés Manuel López Obrador entregó hoy al Senado las 2,7 millones de firmas recabadas por su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para exigir una consulta popular sobre la reforma energética.
"Si se impone esta reforma energética, si se niega el derecho que tienen los mexicanos a participar en esta consulta para decidir sobre un tema fundamental, se estaría dando un golpe de Estado", aseveró en el acto el presidente del Consejo Nacional de Morena.
De aplicarse dicha enmienda constitucional, promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto en diciembre de 2013 y cuyas leyes reglamentarias fueron aprobadas en agosto pasado, "ninguno de los Poderes de la Unión tendrían legitimidad", aseveró.
"Ya sabemos que el Poder Ejecutivo está actuando de manera facciosa, sabemos bien que Peña Nieto es un traidor a la patria porque está entregando recursos del pueblo y de la nación a extranjeros", dijo López Obrador, citado en un comunicado de Morena, agrupación que recientemente obtuvo su registro como partido político.
Aseguró que el Poder Legislativo ha sido "secuestrado por la mafia del poder que encabeza Peña Nieto" por la aprobación de dicha reforma sin tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos.
Asimismo, exhortó al Poder Judicial para que actúe con independencia, ya que si "con argucias legaloides desechan la solicitud que hace Morena para que se consulte al pueblo de México, violarían la Carta Magna y darían un golpe de Estado".
En agosto pasado, Peña Nieto negó estar preocupado por una eventual consulta sobre la reforma energética, y destacó que la Suprema Corte de Justicia aún deberá definir si esta prospera o no.
En una entrevista con periodistas mexicanos, Peña Nieto puso en duda recientes sondeos que advierten una oposición mayoritaria de la población a la reforma, que abre el sector energético a la participación privada después de siete décadas de monopolio estatal.
Señaló también que si bien la consulta popular es una figura nueva que favorece a la democracia mexicana, la Constitución "establece condiciones, temas, asignaturas que puedan ser sujetos a consulta", y que será la Suprema Corte la que determine si las preguntas que los partidos propongan se ajustan a la Carta Magna.
Las fuerzas de izquierda, encabezadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que López Obrador fue candidato presidencial en 2006 y 2012, se oponen a la reforma con el argumento de que supone la entrega de los recursos del país a manos extranjeras, y esperan revocarla mediante una consulta en 2015.
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