Londres "frustrado" por el bloqueo de Argentina a sus cruceros

Londres, 28 feb.- El Reino Unido calificó hoy de "triste" y "frustrante" que Argentina negara el sábado la entrada en el puerto de Ushuaia a dos cruceros británicos procedentes de las islas Malvinas.

El secretario de Estado de Exteriores, Jeremy Browne, dijo hoy en el Parlamento que es "una fuente de tristeza y frustración" que un grupo de británicos que están de vacaciones y quieren tener una relación con Argentina a nivel personal no puedan hacerlo.

"Nosotros inscribimos la relación con Argentina en un espíritu de amistad, y es triste para nosotros que ellos no siempre hagan lo mismo", señaló Browne.

Por su parte, el diputado laborista John Spellar hizo un llamamiento al Gobierno para que presente una queja formal a Buenos Aires y la Organización Marítima Internacional sobre lo que calificó como un acto "completamente injustificado".

Spellar, portavoz de Exteriores del principal partido de la oposición, dijo que los británicos están "indignados" por la decisión de las autoridades portuarias de la ciudad austral argentina de no permitir la entrada a los cruceros de la empresa Carnival "Adonia" y "Star Princess".

P&O, la filial de Carnival que gestiona estos viajes, indicó ayer que las autoridades portuarias de Ushuaia dieron como razón para negar la entrada a sus embarcaciones el hecho de que habían estado previamente en las islas Malvinas.

Argentina y otros países suramericanos acordaron el pasado diciembre bloquear el acceso a sus puertos de barcos con bandera de Malvinas en el contexto del contencioso que mantiene ese país con el Reino Unido por el control de las islas.

La tensión entre Argentina y el Reino Unido se ha incrementado desde que Londres anunció el viaje del príncipe Guillermo -segundo en la línea de sucesión al trono británico- a Malvinas para seguir con su formación militar, así como el envío de un destructor de su Armada para labores de vigilancia.

Este mes, Buenos Aires presentó una queja ante la ONU por considerar que el Reino Unido está militarizando el Atlántico Sur, en vísperas del 30 aniversario de la guerra que enfrentó a los dos Estados por la soberanía de las islas, en manos británicas desde 1833.