Los choques en norte de Irak se recrudecen antes de primera sesión Parlamento

  • Los enfrentamientos entre el Ejército iraquí y los insurgentes suníes encabezados por el Estado Islámico (EI) se recrudecieron hoy en el norte del país, solo unas horas antes de la celebración de la primera sesión del nuevo Parlamento.

Bagdad, 30 jun.- Los enfrentamientos entre el Ejército iraquí y los insurgentes suníes encabezados por el Estado Islámico (EI) se recrudecieron hoy en el norte del país, solo unas horas antes de la celebración de la primera sesión del nuevo Parlamento.

Las fuerzas gubernamentales reforzaron su ofensiva en la provincia de Saladino, al norte de Bagdad, en su empeño por recuperar el control sobre la ciudad de Tikrit, cuna del fallecido dictador Sadam Husein, actualmente en manos de los rebeldes.

La aviación bombardeó un barrio céntrico de la cercana ciudad de Biyi y los enfrentamientos sobre el terreno se vieron intensificados, lo que provocó la muerte de al menos nueve civiles y dejó a otros diecisiete heridos, informaron a Efe fuentes iraquíes de seguridad.

Los daños materiales que están dejando los ataques aéreos sobre la región también van en aumento, lo que ha provocado el desplazamiento de cientos de personas por miedo a los bombardeos.

En la zona de Al Diyum, al norte de Tikrit, también se registraron fuertes choques entre soldados y la insurgencia suní, lo que provocó víctimas, cuya cifra se desconoce.

La renovada campaña bélica del Gobierno central precede a la sesión que mañana, martes, deberá celebrar el Parlamento surgido de los comicios legislativos de abril para elegir a su presidente e iniciar la formación del nuevo gobierno.

También está previsto que la coalición Estado de Derecho, liderada por el primer ministro en funciones, Nuri al Maliki, y que obtuvo el mayor número de votos en las elecciones, proponga el nombre del nuevo presidente de Irak, en sustitución del kurdo Yalal Talabani.

La Coalición Nacional, principal alianza laica, decidió ayer boicotear la reunión del Consejo de Diputados por la "distribución de altos cargos por cuotas sectarias, la injerencia regional en los asuntos internos y la subestima de las demandas populares".

Esta decisión de la coalición, liderada por el ex primer ministro Iyad Alaui, amenaza la posibilidad de que haya el cuórum necesario para que la reunión pueda celebrarse.

La primera sesión fue convocada siguiendo el proceso indicado en la Constitución para formar gobierno a partir de los resultados de las elecciones.

No obstante, ese encuentro llega marcado por la grave crisis en la que está inmerso Irak tras el avance de los grupos insurgentes suníes y de los yihadistas del Estado Islámico (EI), que el pasado 10 de junio se hicieron con el control de Mosul, la segunda ciudad del país, y amenazan con continuar hacia Bagdad y otras regiones del norte.

El objetivo del EI es seguir conquistando territorios que incorporar al autoproclamado ayer domingo "califato islámico", cuya instauración fue declarada en un mensaje de audio, en el que también anunciaron la designación de su líder, Ibrahim ibn Awad, más conocido como Abu Bakr al Bagdadi, como "imán y califa para los musulmanes de todo el mundo".

Uno de los principales jeques tribales suníes en la provincia occidental de Al Anbar, Faruq al Dufairi, rechazó en declaraciones a Efe la decisión del EI porque "fue tomada sin consultar con nadie más y de forma unilateral".

Al Dufairi criticó que los yihadistas "se crean con la capacidad suficiente para instalar un califato donde ya hay un país y cuando solo tienen algunos territorios que ya forman parte de un Estado".

Advirtió de que esa proclamación "no es cosa del islam ni de los suníes".

Además, aseguró que los civiles del oeste de Irak no "reconocen el califato", porque los combatientes de esa organización terrorista "deciden contra la legitimidad y la ley, y no están capacitados para proteger y mantener ni siquiera a la gente que vive en los territorios que ya controlan".

El jeque, que también es un destacado dirigente de las protestas tribales en Al Anbar contra Al Maliki, consideró que las actuaciones del EI son un mensaje a Occidente y EEUU para que vuelvan a intervenir en los asuntos de Irak, y buscan manchar la imagen de la intifada suní, que "solo busca recuperar sus derechos".

De momento, el terreno que controla el radical EI se extiende desde Alepo, en el noroeste de Siria, hasta Diyala, en el este de Irak, según aseguran los propios extremistas.

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