Los egipcios residentes en Gaza no podrán votar en las presidenciales

  • Fadia Ibrahim, una egipcia de 56 años residente en Gaza, airea su frustración tras saber que no podrá votar en las elecciones presidenciales egipcias como residente en el extranjero a pesar de que el plazo expira el próximo lunes.

Saud Abu Ramadan

Gaza, 21 may- Fadia Ibrahim, una egipcia de 56 años residente en Gaza, airea su frustración tras saber que no podrá votar en las elecciones presidenciales egipcias como residente en el extranjero a pesar de que el plazo expira el próximo lunes.

Ibrahim está casada con un gazawi de Ciudad de Gaza y ha vivido 20 años en el enclave ahora gobernado por Hamás.

Según le han comunicado, la causa por la que no se le ha permitido participar en las presidenciales de su país es porque no existe coordinación entre el grupo islamista Hamás y las autoridades egipcias.

"Estaba ansiosa por participar en los comicios en los que se elegirá al nuevo presidente de mi país", expresa con tristeza Ibrahim, originaria del distrito occidental de Al Behira. "Es un derecho que tenemos y se nos está negando".

La constatación de que ni ella ni ninguno de sus diez hijos podrán votar no hace sino aumentar su desilusión por no ser parte "de unas elecciones más importantes que las anteriores, porque en estas se decide un futuro mejor para Egipto".

Esta familia se incluye entre los 9.000 ciudadanos egipcios que viven en la Franja y que mostraron su tristeza al quedar fuera del proceso que se iniciará el jueves y finalizará el lunes.

Según lo planificado, los residentes en Egipto podrán acudir a las urnas entre el 26 y el 27 de mayo para decidirse por uno de los dos candidatos a la presidencia: el antiguo ministro de Defensa, Abdul Fatah Sisi y el político Hamden Sabahi.

Sin embargo, los egipcio-gazawíes, además de ver suprimido su derecho al voto, también contemplan cómo las relaciones entre Hamás y sus autoridades han cercenado su libertad de movimiento; afrontando de manera casi permanente el cierre del paso de Rafah entre el enclave costero y Egipto.

Samir Elleyan, de 60 años, intentó otra estrategia pero tampoco podrá votar. En su caso solicitó un permiso a Hamás para viajar a Egipto, pero la coordinación entre ambos bandos retrasará su entrada al país hasta finales de mayo.

"En los últimos 20 años he votado en las presidenciales y en las parlamentarias, pero ahora, desafortunadamente, no podré hacerlo", lamenta Elleyan, quien se asentó en Gaza en 1996 tras vivir 33 años en su país.

Desde entonces, su costumbre fue visitar el lugar que le vio nacer al menos cuatro veces al año.

A partir del momento en que Hamás tomó control por la fuerza del enclave costero, en 2007, el paso de Rafah ha permanecido parcialmente abierto para casos humanitarios, pacientes, estudiantes y peregrinos.

Pero tras la caída de los Hermanos Musulmanes del poder en Egipto, se endurecieron las restricciones sobre la frontera.

Hamás sitúa el punto de inflexión en el derrocamiento del presidente egipcio Mohamed Mursi en julio del año pasado, hecho tras el que el grupo islamista fue proscrito por respaldar a los ilegalizados Hermanos Musulmanes.

"Esperamos que con la elección de un nuevo presidente en el país el problema de Rafah sea resuelto", señalaron las mismas fuentes.

En los últimos tres años, cerca de 24.000 palestinos de la Franja obtuvieron la nacionalidad egipcia gracias a una modificación en la ley que permitió a los hijos y nietos de egipcias convertirse en ciudadanos del país.

Adel Abdul Rahman, presidente de la asociación que aglutina a la comunidad egipcia en Gaza, asegura haber recibido miles de llamadas de compatriotas en la franja para preguntar si sería posible votar en las presidenciales.

"Este impedimento es una fuente de frustración para cada una de estas personas porque todos los egipcios aquí quieren unirse al proceso democrático", expone Abdul Rahman. "Se han intensificado los contactos para intentar avanzar en este asunto, pero aún no hemos recibido ninguna respuesta".

Hasta 2007, Egipto tenía representación diplomática en la Franja, pero después la oficina fue trasladada a Ramala, en Cisjordania, lo que "hará más difícil conseguir que los egipcios voten", opina Abdul Rahman y desea que esta división interna termine pronto para que los egipcios puedan visitar libremente su país.

Por su parte, el asesor del primer ministro de Hamás, Basim Naim, mantuvo que en ningún momento las autoridades egipcias solicitaron al movimiento establecer una coordinación de cara a las elecciones, asegurando que "si hubiéramos recibido cualquier petición oficial, lo habríamos hecho".

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