Los palestinos afrontan con indiferencia sus primeras elecciones desde 2006

  • Los palestinos afrontan divididos y con cierta indiferencia la celebración el próximo sábado de elecciones municipales en un centenar de pueblos y ciudades de Cisjordania, a pesar de ser la primera vez que acuden a las urnas en más de seis años.

Nuha Musleh

Ramala (Cisjordania), 18 oct.- Los palestinos afrontan divididos y con cierta indiferencia la celebración el próximo sábado de elecciones municipales en un centenar de pueblos y ciudades de Cisjordania, a pesar de ser la primera vez que acuden a las urnas en más de seis años.

"Estas elecciones no son un evento importante en nuestra vida. Lo que nos importa es la mala situación económica que vivimos. No voy a votar, porque estos candidatos no pueden mejorar la economía. Necesitamos un cambio político y económico real que nos ayude, y no estas elecciones locales sinsentido en estos momentos", declaró a Efe Amneh Sayed, mujer palestina de 41 años.

No es la única que piensa así. La sensación general es de apatía, cuando no de desaliento, ante la primera cita electoral de los palestinos desde 2006, cuando se celebraron las últimas elecciones legislativas que dieron el triunfo a Hamás.

Las principales facciones palestinas, la nacionalista Fatah y la islamista Hamás, no han logrado ponerse de acuerdo para celebrar los comicios locales en Gaza y Cisjordania, y sólo tendrán lugar en este último territorio, controlado por Fatah, que gobierna la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Hamás se ha negado a convocarlas en Gaza y ha boicoteado su celebración en Cisjordania, donde no presentará candidaturas.

La cita del sábado es por tanto una cita coja y, para muchos, una muestra más de la profunda escisión que divide a los dos principales partidos y a buena parte de la sociedad palestina.

Sayed, residente de Betunia (cerca de Ramala), madre de siete hijos y esposa de un funcionario de la ANP que, nuevamente, cobrará solo la mitad de su salario a finales de este mes por la crisis financiera, exige a los políticos que se concentren en mejorar la economía en vez de en procesos electorales y denuncia que su familia "no puede permitirse poner comida en la mesa".

No lejos de su opinión está Nathem Qashu, empleado de una ONG de 28 años en la localidad de Al Bireh (también cercana a Ramala).

"No voy a votar el sábado. Creo que estas elecciones no se deberían llevar a cabo porque consolidan el estado de división entre Hamás y Fatah, entre Gaza y Cisjordania", asegura.

A su juicio, "el Gobierno palestino ha cometido un gran error convocando estas elecciones, porque ahora algunos pensarán que también se pueden celebrar las legislativas y presidenciales y eso sería una gran catástrofe".

Las últimas presidenciales, que dieron la Presidencia a Mahmud Abás, tuvieron lugar en 2005 y su extinguido mandato no ha sido renovado en las urnas.

Las últimas generales, de junio de 2006, dieron el triunfo a Hamás, que formó un Gobierno boicoteado por la comunidad internacional y dio paso poco después a un Ejecutivo de unidad con Fatah que tampoco se mantuvo más de unos meses.

En junio de 2007, Hamás tomó el control en Gaza y expulsó de la franja a las fuerzas leales a la ANP, lo que provocó una división política, económica, social y geográfica que continúa hasta hoy.

Los intentos de Egipto de mediar entre las dos partes y llevarlas a reconciliarse han dado pocos frutos más allá de buenas palabras y compromisos incumplidos, como el de establecer un Gobierno tecnócrata conjunto que organice nuevas elecciones.

Ante el estancamiento del proceso, la ANP decidió llevar adelante esta renovación de cargos locales en municipios de Cisjordania.

Pero el desánimo y el desinterés es patente; de los 353 distritos de Cisjordania que deberían acudir a las urnas, tan solo lo harán 94, según datos de la Comisión Central Electoral.

En otros 181 distritos no habrá voto y los cargos serán nombrados automáticamente porque en ellos solo se ha presentado una lista electoral, y en otros 78 no se ha presentado nadie.

La Comisión se ha visto obligada a programar una segunda ronda para el próximo 24 de noviembre y a alargar el plazo para la presentación de candidaturas, que concluye hoy.

El hecho de que Hamás no participe en la convocatoria, argumentando que sus miembros en Cisjordania no pueden concurrir libremente porque sufren el acoso de la ANP, reduce el interés y podría influir de forma considerable en la participación.

Pese a todo, hay palestinos satisfechos de que la cita electoral se lleve a cabo, ya que consideran que la división política no puede paralizarlo todo y, menos, los asuntos locales, cercanos a los ciudadanos.

"Incluso aunque Gaza no participe, la vida no puede detenerse y nuestro proceso democrático debe continuar. Las elecciones son importantes porque necesitamos gente seria que trabaje para sus ciudades y pueblos", dijo a Efe Lina Yadallah, investigadora de Ramala, de 20 años.

De la misma opinión es el abogado Said Halaseh, de 41 años, que opina que si bien "la reconciliación es una prioridad para todo palestino" hacen falta cambios que solo se consiguen a través de las urnas, con nuevos líderes que hagan "carreteras, aparcamientos, parques para los niños, que organicen el sistema educativo y mejoren la planificación urbana y el desarrollo cultural".

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