(EFE El Plan de Contabilidad adaptado a las formaciones políticas obligará a los partidos desde el 1 de enero de 2014 a informar al Tribunal de Cuentas a través de su memoria de todas las operaciones desarrolladas con los miembros de su dirección y entidades vinculadas, incluyendo las dirigidas por "allegados".
El plan, que fue aprobado por el pleno del Tribunal de Cuentas el pasado 26 de septiembre, ha incluido las recomendaciones de la Comisión Mixta Congreso-Senado para las relaciones con el órgano fiscalizador, entre ellas la de revisar la redacción del punto del proyecto inicial que incluía entre las "partes vinculadas a la formación política" a los familiares de sus dirigentes.
Dicho precepto mencionaba entre las personas que podrían influir o verse influenciadas por la formación política, a los cónyuges, ascendientes, descendientes y hermanos de los miembros de los órganos de dirección del partido.
Tras la comparecencia del presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, el pasado 12 de marzo en la Comisión, el Parlamento le instó a dejar claro que su función no es fiscalizar a particulares y que "lo fiscalizable por el tribunal no son los familiares, sino entidades vinculadas a una formación y que estén dirigidas por allegados".
Un consejo que ha sido tenido en cuenta en la redacción final del plan, que entrará en vigor el próximo uno de enero y será de aplicación para los ejercicios que se inicien a partir de esa fecha, según explica la resolución de la presidencia del Tribunal de Cuentas del pasado 8 de octubre, por la que se publica el acuerdo del pleno.
Desde el próximo año los partidos deberán incluir en la memoria que remitan al tribunal una explicación de todas las operaciones realizadas con "el personal directivo de la organización política".
En ese grupo, se engloba a "los miembros de los órganos máximos de dirección de los partidos, federaciones, confederaciones y agrupaciones políticas, así como de las sociedades, asociaciones y fundaciones que se encuentren vinculadas a cada una de esas entidades; incluyendo, en su caso, aquellas que pudieran estar dirigidas por allegados".
Según el plan de contabilidad, se entenderá que una sociedad está vinculada a un partido cuando éste mantenga "una relación de control, directa o indirecta" o cuando "las entidades estén controladas por cualquier medio por una o varias personas físicas o jurídicas vinculadas a la formación".
Deberá informarse asimismo al Tribunal de Cuentas del "importe de los sueldos, dietas y remuneraciones, incluidos anticipos o créditos, concedidos" a los miembros de la cúpula directiva del partido, "cualquiera que sea su causa", así como de las obligaciones contraídas en materia de pensiones o pago de primas de seguros de vida con el personal de la alta dirección.
La memoria deberá incluir también una información pormenorizada de las condiciones de los créditos o préstamos que tenga el partido con entidades bancarias, y sus cuentas anuales deberán reflejar "la imagen fiel" del patrimonio, la situación financiera y los resultados de la formación política.
Además, deberá aportar una relación de las subvenciones públicas y las donaciones privadas que reciban de personas físicas o jurídicas, identificando al donante y señalando el importe recibido.
El Plan de Contabilidad obligará también a incluir la información relativa a la actividad local de las formaciones políticas, de tal forma que la memoria remitida al Tribunal de Cuentas recogerá los ingresos recibidos por las agrupaciones locales -incluidos los grupos municipales- y la cuantía empleada para la adquisición de inmuebles y su financiación.
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