Los rebeldes congoleños del M23 destituyen a su presidente, Jean-Marie Runiga

  • El mando militar del movimiento rebelde M23 ha destituido al que hasta ahora era su presidente, Jean-Marie Runiga, informó hoy en un comunicado el grupo, que opera en el este de la República Democrática de Congo (RDC).

Kinshasa, 28 feb.- El mando militar del movimiento rebelde M23 ha destituido al que hasta ahora era su presidente, Jean-Marie Runiga, informó hoy en un comunicado el grupo, que opera en el este de la República Democrática de Congo (RDC).

"Jean-Marie Runiga es destituido de su cargo de presidente del M23 y el vicepresidente del movimiento asumirá de forma interina el puesto hasta el nuevo nombramiento", indicó el texto.

De este modo, el general Sultani Makenga, líder del ala militar del grupo y hasta ahora vicepresidente, asume el liderazgo de forma provisional.

En el documento, el M23 acusó a Runiga de malversación de fondos, división, odio étnico, estafa y falta de profesionalismo y ética política.

Además, el texto reprocha a Runiga que ofreciera, de forma ilegítima, un espacio político a personas no reconocidas por el M23 y que, según el comunicado, influyen negativamente en el movimiento, en alusión al general amotinado Bosco Ntaganda.

Ntaganda, exjefe del estado mayor del antiguo movimiento rebelde congoleño Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) está buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y contra la humanidad.

Aunque en un principio se creía que el M23 estaba bajo influencia de Ntaganda, los rebeldes están divididos en dos facciones: la política, más inclinada hacia Ntaganda, y la militar, partidaria de Makenga.

El M23 lo forman soldados congoleños amotinados, algunos de ellos miembros del antiguo CNDP, y supuestamente fieles a Ntaganda.

En la actualidad, el Gobierno de la RDC y los rebeldes del M23 negocian en Kampala un acuerdo de paz que zanje la crisis reavivada el pasado año en el este del país.

El pasado 20 de noviembre, los rebeldes del M23 tomaron la estratégica Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, rica en minerales y fronteriza con Ruanda, lo que provocó el desplazamiento de cientos de miles de personas y amenazó con un conflicto de repercusiones regionales.

Once días después, los amotinados, que aún controlan zonas de la provincia oriental de Kivu del Norte, abandonaron la ciudad y cumplieron con un llamamiento de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos que dio pie a un proceso de negociación con el Ejecutivo de Kinshasa.

La RDC está inmersa todavía en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos y tiene desplegada en su territorio una ingente misión de la ONU.

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