Kinshasa, 1 abr.- El principal grupo rebelde de la República Democrática del Congo (RDC), el M23, rechazó hoy el despliegue de la nueva brigada de intervención de la Misión de las Naciones Unidas en el país (MONUSCO) para neutralizar a agrupaciones armadas.
"En vez de estimular una solución política al apoyar las negociaciones políticas de Kampala entre el M23 y Kinshasa, la ONU ha elegido la guerra contra uno de los socios de la paz", lamentó el grupo rebelde en un comunicado.
"Las Naciones Unidas van a hacer la guerra a los grupos de ciudadanos que reclaman el buen gobierno en nuestro país, incluso los que están en negociación con su Gobierno", según la nota, firmada por el presidente del M23, Bertrand Bisimwa.
Por su parte, el Gobierno de la RDC valoró positivamente el despliegue de la brigada de la MONUSCO, que considera "una victoria diplomática".
"No hay sitio en un Estado de derecho para un grupo armado", declaró el portavoz del Ejecutivo de Kinshasa, Lambert Mende, en una rueda de prensa ofrecida hoy junto al ministro de Asuntos Exteriores, Raymond Tshibanda, en la capital del país.
"Ha llegado la hora de la disolución del M23", agregó Mende, mientras Tshibanda subrayó que "el M23 puede activarse como quiera. Su esperanza de vida es corta".
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el pasado 28 de marzo el despliegue de la brigada de intervención de la MONUSCO, cuya misión es combatir a los grupos armados que actúan en el este de la RDC.
La nueva brigada contará con tres batallones de infantería y fuerzas auxiliares bajo el mando de la MONUSCO, con base en la ciudad oriental de Goma, que llevarán a cabo "operaciones ofensivas" para "neutralizar" a grupos armados.
Integrada por 4.000 soldados de países de la región, la nueva Fuerza Neutral Internacional (NIF) complementará los efectivos de MONUSCO, que han sido criticados en numerosas ocasiones por su falta de acción armada ante los constantes conflictos de la zona.
En la actualidad, el Gobierno de la RDC y el M23 negocian en Kampala un acuerdo de paz que zanje el conflicto reavivado el pasado año en el este del país.
Esa crisis empeoró el pasado 20 de noviembre, fecha en la que el M23 tomó durante unos días la estratégica ciudad de Goma, fronteriza con Ruanda, ante la pasividad de los cascos azules de la ONU.
El M23 lo forman soldados congoleños amotinados, algunos de ellos miembros del antiguo Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, y supuestamente fieles al rebelde Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.
La RDC está inmersa todavía en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos, y tiene desplegados en su territorio unos 19.000 efectivos de la ONU.
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